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El contraataque feminista de Maria Grazia Chiuri

La diseñadora de Dior presenta en París su nueva colección, inspirada por la artista Niki de Saint Phalle y la historiadora Linda Nochlin

Desfile de Dior, este lunes en París.
Desfile de Dior, este lunes en París.Victor Boyko (Getty Images)
Álex Vicente
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Cuando Maria Grazia Chiuri presentó su nueva colección como directora artística de Dior, hace exactamente un año, invitó a la escritora Chimamanda Ngozi Adichie a sentarse en primera fila y se apropió del título de uno de sus ensayos, Todos deberíamos ser feministas, que Beyoncé ya había utilizado en una de sus canciones. La camiseta de algodón que reproducía ese eslogan se convirtió, pese a venderse a precio de oro, en un rotundo superventas. Pero Chiuri también se llevó alguna crítica. Por ejemplo, la de utilizar el feminismo como un producto comercial, listo para ser desechado cuando llegase el cambio de estación. La diseñadora italiana demuestra ahora que los ataques no estaban fundamentados. Chiuri aspira a convertir su reflexión sobre el feminismo en verdadero leit motiv de su trabajo al frente de Dior, como volvió a demostrar ayer en la presentación de su colección para la temporada primavera-verano 2018 en París.

Propuestas de Maria Grazia Chiuri en su nueva colección para Dior, donde donde ha aplicado sus dibujos falsamente naíf.
Propuestas de Maria Grazia Chiuri en su nueva colección para Dior, donde donde ha aplicado sus dibujos falsamente naíf.WireImage / getty

Su nuevo trabajo cuenta con dos fuentes de inspiración. La primera es el trabajo de la artista francesa Niki de Saint Phalle, a quien Chiuri descubrió en una foto en los archivos de Dior, en la que posaba para uno de sus más célebres predecesores en el cargo, Marc Bohan, que reinó en la maison entre 1960 y 1988. No es sorprendente que la historia de esta antigua modelo reconvertida en artista plástica conmoviera a Chiuri. Sus esculturas gigantes y coloristas, a las que bautizó como Nanas (traducible por “chavalas”), fueron consideradas, en su tiempo, simples objetos inofensivos, de espíritu superficial y trazo infantil. Nada más lejos de su voluntad: Saint Phalle veía su trabajo como una obra plenamente política que aspiraba a transformar la sociedad despojándola de las normas patriarcales. Chiuri reivindicó ayer ese mismo espíritu, en una colección en la que aplicó sus dibujos falsamente naíf a camisetas y su trencadís formado por espejos rotos a la superficie de faldas y zapatos. Una cita de la artista presidía también la entrada del desfile, en su tradicional escenario del Museo Rodin.

'¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas?', título del libro de Linda Nochlin, se lee en algunas de las nuevas camisetas de Dior.
'¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas?', título del libro de Linda Nochlin, se lee en algunas de las nuevas camisetas de Dior.Antonio de Moraes Barros Filho (WireImage)

La segunda fuente de inspiración es algo menos conocida. Responde al nombre de Linda Nochlin, la universitaria que, en 1971, abrió una brecha al publicar el ensayo ¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas?, una obra pionera que aplicó el feminismo a la historia del arte. Su tesis era que las mujeres artistas siempre habían existido, en todas las épocas de la historia, como demuestran pintoras como Artemisia o Berthe Morisot. El problema era que nadie les había prestado la suficiente atención, porque el genio era considerado un patrimonio exclusivamente masculino. Chiuri volvió a aplicar ayer el mismo procedimiento que en su primera colección para Dior estampando la frase que da título a ese libro. Lo hizo sobre camisetas marineras que las modelos vistieron con tejanos, dos prendas unisex que predominan en el vocabulario de la diseñadora. Chiuri sigue trabajando sobre la clásica silueta del New Look de Christian Dior en una versión menos rígida, aunque su discurso feminista no vaya mucho más allá de la utilización de la frase de Nochlin. En su colección aparecen prendas clásicamente femeninas como boinas y faldas de tul, que ya usó en su etapa en Valentino, y reinterpreta otras más inesperadas, como monos de cuero y minivestidos psicodélicos, que recuerdan a los tiempos de Bohan.

Tul, brillos, vestidos cortos y vaqueros, en la colección de primavera/verano 2018 de Dior.
Tul, brillos, vestidos cortos y vaqueros, en la colección de primavera/verano 2018 de Dior.AFP

En su colección hay aciertos y una creatividad poliédrica, pero Chiuri parece seguir caminando entre dos aguas. Entre presente y pasado, entre lo que exige la identidad de la marca para la que trabaja y el futuro al que le gustaría dirigirse a partir de ahora. A diferencia de aquellas muñecas obesas que Saint Phalle convirtió en su manifiesto y envió a ocupar el espacio público de ciudades de medio mundo, las siluetas de Chiuri no parecen representar ninguna amenaza respecto al modelo imperante. Aunque puede que la diseñadora comparta la peculiar definición que la propia artista dio del feminismo durante los sesenta: “Quiero los privilegios del hombre sin perder los de la mujer. Y a la vez poder seguir poniéndome bonitos sombreros”.

“La moda no se puede separar de su contexto histórico”

Pese a haber utilizado un ensayo seminal en la teoría feminista del arte y el trabajo de una artista como Saint Phalle, cuya obra encerraba una acerada crítica del orden patriarcal, Maria Grazia Chiuri no tiene claro que su trabajo sea político. "No creo que lo sea. Si a usted se lo ha parecido, tal vez el político sea usted", responde la diseñadora tras el desfile con una risotada a la italiana. "Aunque, bien pensado, cuando tienes un punto de vista, eres político. Así que supongo que yo también lo soy", termina por concluir. Para encontrar la inspiración, Chiuri volvió a encerrarse en los archivos de la maison, como ya tiene costumbre. "Para avanzar hacia el futuro hay que entender el pasado. Allí es donde se encuentran las referencias para construir un porvenir positivo y recordar lo que antes tal vez era menos bueno", responde Chiuri, sin precisar si habla de la época o de su propia marca.

Su misión consiste en actualizar los códigos de Dior adaptándolos a los tiempos que corren. “Creo en la memoria, pero no en la nostalgia”, señala. “A veces creemos que la moda se sitúa fuera de su contexto histórico. Si Dior vestía a las mujeres en tonos oscuros en 1947, es porque Europa salía de la Segunda Guerra Mundial”, explica. Aunque no queda claro qué dice su moda sobre nuestra época. Tal vez solo que el feminismo ha pasado de ser coto reservado para sesudas estudiosas como Nochlin psts convertirse en una celebración más democrática, pero también algo más demagógica.

"La moda es superficie", admitía, solo unos minutos antes, el presidente ejecutivo de Dior, Sidney Toledano. "Pero, a veces, se aprende más observando la superficie que yendo a lo más profundo. Por ejemplo, en la oceanografía se suele considerar más interesante la espuma de las olas que ir a buscar a 300 metros de profundidad. En eso consiste la moda". Toledano hace un balance positivo del primer año de Chiuri como directora artística. "A mí se me juzga por los resultados, y estos son muy buenos", afirma respecto a los resultados del pasado ejercicio, que registran una mejora del 17% en el último año. "Hemos desarrollado la clientela que nos interesaba y, a la vez, observamos un crecimiento en la que ya teníamos. Existe un riesgo, pero en este oficio hay que saber tomarlos. Si no, es mejor dedicarse a otra cosa", añade.

Su estrategia consiste en acercar la marca al pujante comprador millennial, pero sin alienar a su base tradicional. En realidad, Toledano no ve una ruptura en mayúsculas en el trabajo de su elegida. "Existe una continuidad en cuanto a códigos y siluetas. Y el discurso de Maria Grazia también corresponde a los valores de Dior", sostiene Toledano, pese a que su mítico new look no resulte, al observarlo hoy, especialmente feminista. "No nombramos a Maria Grazia por ser mujer, sino por su trayectoria y por su visión sobre la feminidad actual", concluye el director general.

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Sobre la firma

Álex Vicente
Es periodista cultural. Forma parte del equipo de Babelia desde 2020.

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