El ‘cerdolí’, cruce de cerdo vietnamita y jabalí, un nuevo problema ambiental
Se ha detectado su presencia en varias zonas de Navarra, que se suma a Valencia, Madrid, Cataluña, Castilla y León y Aragón
¿Qué ocurre cuando una especie autóctona cuya población se ha disparado por ausencia de depredadores se junta con una especie invasora similar? Que se crea un problema medioambiental de primer orden, como bien saben en comunidades como Valencia, Madrid, Cataluña, Castilla y León o Aragón, donde campa a sus anchas el cerdolí, nombre con el que se ha bautizado a un cruce de cerdo vietnamita con jabalí. Ahora, se ha detectado su presencia en varias zonas de Navarra. Según los cazadores, este cruce, al que también se llama jabamita, son más pequeños que los jabalíes, pero con las patas muy largas. Algunos tienen mucho pelo y oscuro, mientras que otros carecen de pelaje. Algunos tienen un morro muy largo y fino y otros son chatos.
En Navarra, el cerdolí se ha detectado en zonas como Urraul Alto, Tierra Estella, el Valle de Esteribar o incluso en las inmediaciones de Pamplona, ha explicado el presidente de la Asociación de Cazadores de Navarra (Adecana), Carlos Irujo. La venta de cerdos vietnamitas se disparó cuando George Clooney presentó a su mascota Max, con la que vivió 18 años hasta su muerte. Otros actores de Hollywood siguieron su ejemplo y el cerdo vietnamita se convirtió en la mascota de moda en todo el mundo.
Fueron muchas las personas que adoptaron como original mascota un cerdo vietnamita, un animal que, cuando es una cría, apenas llega a los tres kilos de peso, pero que rápidamente alcanza los 80 kilos, lo que imposibilita tenerlo en un piso. Por ello, en muchas ocasiones los cerdos acaban abandonados en el monte, lo que supone un grave incumplimiento de la normativa medioambiental.
Los cerdolís son descritos por los cazadores como híbridos de aspecto grotesco. Son más pequeños que los jabalíes, que llegan a los 100 kilos, y tienen las patas muy largas. Algunos tienen mucho pelo, que es de color oscuro, mientras que otros carecen de pelaje. Algunos tienen un morro muy largo y fino y otros son chatos.
Estos híbridos tienen camadas más numerosas y frecuentes que las de los jabalíes, porque la hembra de jabalí tiene uno o dos periodos de apareamiento al año, mientras que la del cerdo vietnamita tiene uno cada mes. Otro de los problemas es que, al ser mascotas los cerdos vietnamitas, los híbridos han perdido el "salvajismo" propio del jabalí y no recelan de las personas, por lo que se acercan a los núcleos urbanos. A esto se suma que los jabalíes son animales de vida nocturna, mientras que los cerdos domésticos desarrollan sus actividades de día. Como consecuencia de su hibridación, los cerdolíes están activos de forma irregular a lo largo de todo el día. El cruce apenas tiene aprovechamiento culinario, al ser su carne muy grasa.
Son fácilmente abatidos por los cazadores, que aseguran que es como disparar a un cerdo común, y en ocasiones son atropellados en las carreteras, ya que "va creciendo su número y encima son bastante más tontos", ha destacado Irujo. Irujo ha señalado que el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra es consciente de este problema y baraja la posibilidad de permitir a los cazadores abatir los híbridos la próxima temporada, una práctica que ya se ha autorizado en lugares como la Comunidad Valenciana. Hay que tener en cuenta que cerdo vietnamita está catalogado como especie doméstica, por lo que su caza está prohibida bajo multas de hasta 6.000 euros.
No obstante, el presidente de Adecana ha opinado que la función de los cazadores no es abatir esos animales, sino los incluidos oficialmente en la orden de vedas, aunque "otra cosa es que se pueda colaborar con el guarderío" para eliminar los ejemplares que esporádicamente encuentren en el monte.
Los cazadores, ha dicho, están "intentando por todos los medios que el problema no vaya a más y, sobre todo, lo que hay que ir es al origen", controlando el cumplimiento de la normativa ambiental sobre especies invasoras.
Irujo ha resaltado que especies exóticas como castores, mapaches, visones americanos, galápagos, cotorras, serpientes, carpas chinas o cangrejos americanos pueden suponer "una importante reducción de las poblaciones autóctonas", que acaban perdiendo su nicho ecológico ante la presión de estos ejemplares invasores.
"La gente suelta de todo en el campo, esto es un desmadre", ha denunciado. En este caso, se teme que la reproducción descontrolada de cerdos vietnamitas y la proliferación de híbridos supongan una merma importante de la población del jabalí ibérico y de su identidad genética. "Hay que ponerse las pilas con este tema, porque se nos va a ir de las manos", ha asegurado el presidente de los cazadores navarros
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