Los datos que salvan vidas
Un proyecto recién llegado a Europa busca acercar a algunas de las mentes más brillantes en ciencia de datos a las problemáticas sociales que podrían resolver. Entre ellos figuran dos españoles
Lo que comemos, lo que vemos, lo que compramos, a donde vamos, cómo vamos hacia allí… Prácticamente todo lo que hacemos se recoge en datos. ¿Y si en vez de estar solo en manos de empresas multinacionales y gigantes tecnológicos, estos datos estuvieran a disposición de ONGs, administraciones públicas y otras organizaciones para el bien común?
De esta manera, en vez de un sistema de recomendaciones automatizado para saber qué película ver a continuación, se podría construir un modelo para sugerir qué ambulancia debería salir primero para atender una llamada al 112 en el menor tiempo posible. O una herramienta que indicara qué tipo de programa gubernamental ofrecer y a quién para reducir la probabilidad de desempleo de larga duración. O construir un modelo que identifique a los estudiantes con mayor riesgo de abandono escolar en secundaria, para intervenir antes de que sea demasiado tarde.
Ese es el objetivo de Data Science for Social Good (DSSG), creada en 2012 por Rayid Ghani, el jefe de datos científicos de la campaña electoral de Barack Obama, y que este año llegó a Europa, a la Universidad Nova de Lisboa, de la mano del ayuntamiento de Cascais (Portugal) con la participación de dos jóvenes talentos españoles. Su objetivo es acercar a algunas de las mentes más brillantes en ciencia de datos a las problemáticas sociales que podrían resolver.
Aquellas empresas privadas conscientes de que tienen acceso a petabytes (es decir, mil billones de bytes) de información sobre sus clientes pueden desarrollar nuevos algoritmos para su propio beneficio, aprovechando al máximo esos datos y utilizando tecnologías computacionales más baratas que nunca para hacer crecer su negocio.
Pero desgraciadamente, cuando se trata de usar el big data las organizaciones sin ánimo de lucro y con una misión principalmente social —como las instituciones educativas, las fundaciones, los gobiernos locales o nacionales— están más rezagadas.
Cuando se trata de usar el big data, las organizaciones sin ánimo de lucro y con una misión principalmente social están rezagadas
Esto puede ocurrir por varias razones. Entre ellas, el difícil acceso a financiadores que comprendan o apuesten por una inversión de este tipo. O la falta de capacidad para gestionar los datos a los que se tiene acceso y diseñar nuevas soluciones con sus resultados. O incluso el desconocimiento del beneficio que estos pueden aportar, si utilizados adecuadamente. El talento en este ámbito es aún muy escaso, y suelen ser los bancos o las grandes empresas de tecnología las que consiguen atraer a los pocos candidatos disponibles con ofertas económicas atractivas.
A través de un programa anual de 12 semanas de duración, DSSG beca a entre 18 y 40 talentos interesados en la ciencia de datos para conectarles con organizaciones sociales en un determinado proyecto. Entre ellos se encuentran Víctor e Iñigo, dos jóvenes españoles:
Víctor Vicente (32 años, Salamanca) está trabajando con el Ministerio de Transporte y Medio Ambiente holandés para reducir el tiempo de respuesta a los incidentes relacionados con el tráfico y las carreteras. En los Países Bajos ocurren cerca de 120.000 incidentes al año y el ministerio despliega 260 inspectores para mantener las carreteras holandesas seguras. El objetivo de Víctor y su equipo es optimizar el posicionamiento de los inspectores para mejorar la seguridad vial. (Durante este verano, Víctor ha estado escribiendo en su blog sobre su experiencia con DSSG para compartir su trabajo con la comunidad de ciencia de datos en España).
Íñigo Martínez de Rituerto de Troya (27 años, Tres Cantos, Madrid) dejó su trabajo en Londres para acudir a la beca DSSG y está trabajando con uno de los grupos hospitalarios más grandes de Portugal, José de Mello Saúde. Su proyecto se centra en optimizar la relación entre pacientes y médicos mediante el desarrollo de un servicio de mediación automatizado. El modelo hará coincidir a los médicos generalistas con los pacientes basándose en sus características y en interacciones previas, con el objetivo de aumentar la probabilidad de relaciones duraderas y la calidad del seguimiento.
Otras iniciativas europeas incluyen una colaboración con el Foro Económico Mundial, en el que un equipo utiliza imágenes de satélite para detectar acciones de pesca ilegal, o el trabajo con la agencia de turismo italiana Toscana Promozione que utiliza datos de registros de llamadas para entender cómo y dónde se mueven los turistas, sentando las bases para desarrollar estrategias de turismo sostenible.
Todo el trabajo realizado por Data Science for Social Good se hace público y utiliza software de código abierto
A nivel mundial, también se ha desarrollado decenas de iniciativas como la de la Secretaría de Desarrollo Social en México para identificar a las personas más necesitadas de subsidios económicos, una colaboración con la Casa Blanca y varios departamentos de policía para reducir las interacciones adversas entre agentes de policía y el público, o un proyecto con la ciudad de Cincinnati para mejorar sus servicios de respuesta de emergencia.
Todo el trabajo realizado por Data Science for Social Good se hace público y utiliza software de código abierto no solo para asegurar que otras organizaciones puedan acceder a la información y sus resultados e implementarlos o replicarlos, sino también para que otros expertos puedan ver las soluciones existentes, trabajarlas y mejorarlas.
Con la llegada de este modelo a Europa, y su primera edición completada este año, se abre una oportunidad única de conexión entre dos mundos tradicionalmente ajenos, que puede hacer del big data una fuente de soluciones positivas, más justas y más duraderas. Abrir este modelo —y, por supuesto, sus resultados —al resto del mundo es la clave para asegurar que estas nuevas herramientas y conocimientos sirvan para solucionar los problemas que de verdad importan.
Dr. Paul van der Boor es cofundador de Data Science for Social Good en Europa (@DSSG_Europe), y es consultor en ciencia de datos en McKinsey & Company.
Maira Cabrini es directora de Comunicación de Ashoka España.
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