El telescopio más grande del hemisferio se aleja de Canarias
Varapalo judicial que recomienda instalar el instrumento en su ubicación original en Hawái
Los dioses hawaianos lo empujaron hacia Canarias y el sistema judicial hawaiano lo vuelve a alejar. El Telescopio de Treinta Metros (TMT), el que será el mayor del hemisferio norte, tiene más fácil su camino para instalarse finalmente en la montaña sagrada Mauna Kea, un volcán inactivo en la isla de Hawái. Los planes de los científicos estadounidenses eran haber comenzado a construirlo allí en 2014, pero la contestación social y unas irregularidades administrativas pusieron el proyecto en vía muerta, abriendo la puerta a la isla canaria de La Palma. Ahora, el juez designado para atender a las reclamaciones contrarias a la construcción ha hecho público su informe, en el que recomienda a las autoridades hawaianas la instalación del telescopio en Mauna Kea.
"La situación sigue abierta y me han pedido que sigamos con el procedimiento aquí porque los litigios no están cerrados en Hawái", dice Rebolo
Durante ese periodo de litigios en la isla estadounidense, el Observatorio del Roque de los Muchachos en La Palma se ha reivindicado como un lugar excepcional para la astronomía. En estos meses, las instalaciones palmeras, que dependen del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), han recibido numerosas visitas de los técnicos y científicos del TMT, que se mostraron sorprendidos con la calidad del trabajo que se puede hacer en el Roque. En su última visita a Canarias hace unas semanas, el director del TMT, Gary Sanders, aseguró que ahí podría hacerse "una ciencia maravillosa". A finales de 2016, los científicos estadounidenses elegían oficialmente La Palma como su plan B en caso de encallar definitivamente en Hawái, imponiéndose a otros observatorios de primer nivel en Chile, México o China.
En los últimos meses habían tenido lugar una serie de vistas en Hawái para atender a todos los actores sociales implicados o afectados por la instalación del TMT. Tras escucharlos, el juez designado para atender este proceso hizo público un informe de 300 páginas en el que recomienda a las autoridades que den su aprobación al telescopio bajo una serie de condiciones. Los tribunales habían dictaminado que no se cumplieron los requisitos para edificarlo en Mauna Kea, una montaña sagrada según la religión de los nativos hawaianos y que cuenta con especial protección ambiental y cultural, y habían ordenado que se celebrara esta vista.
En su última visita a Canarias hace unas semanas, el director del TMT, Gary Sanders, aseguró que ahí podría hacerse "una ciencia maravillosa"
Pero todavía quedan importantes obstáculos por sortear antes de que el TMT se levante definitivamente en Mauna Kea, como explica Rafael Rebolo, quien ha impulsado con fuerza la candidatura española desde su puesto al frente del IAC. "He estado hablando con los responsables del TMT y recuerdan que todavía tienen pendiente otro dictamen de la Corte Suprema sobre derechos de uso del suelo", aclara Rebolo. Y añade: "La situación sigue abierta y me han pedido que sigamos con el procedimiento aquí porque los litigios no están cerrados en Hawái".
Por tanto, el IAC no se da por vencido y en Canarias se están resolviendo todos los papeleos necesarios para la futurible instalación del telescopio, que tendría unas seis décadas de vida útil. Es más, el propio IAC reclamó al Gobierno de Canarias que designara una persona cuya función fuera allanar lo más posible el camino legal y administrativo para que llegara el telescopio impulsado por la Universidad de California y Caltech. Y todo porque el propio consejo del TMT —del que forman parte China, Canadá, Japón e India— tiene claro que el telescopio tiene que comenzar a construirse en abril de 2018, pase lo que pase. No saben cuando será la resolución judicial pendiente y cualquier piedra en el camino llevaría el TMT a La Palma.
En el peor de los casos, todo este episodio habrá servido para reivindicar las instalaciones científicas españolas y a sus equipos
Además, en el peor de los casos, todo este episodio habrá servido para reivindicar las instalaciones científicas españolas y a sus equipos. "El hecho de que los informes estadounidenses, ante todo el mundo, fueran tan positivos y tan favorables acaban con cierta leyenda negra y suponen una oportunidad extraordinaria", asegura el director del IAC. "En el futuro próximo habrá en juego nuevos telescopios gigantes, como el que quieren hacer los rusos por un lado y los chinos por otro, y todo esto ha venido bien. Ya estamos en conversaciones con ellos, por supuesto. Las oportunidades surgirán; ha sido un esfuerzo muy grande pero ha valido la pena", señala optimista Rebolo. Por el momento, en el Roque se espera la construcción del Telescopio Solar Europeo, el mayor del mundo, y ya se ha puesto en marcha la edificación del primero de los 20 aparatos de la red de telescopios Cherenkov.
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