_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Desamor

La sentimentalización es útil, porque convierte a los adversarios en maridos tiránicos o torvos enemigos de la dicha ajena

Fernando Savater
Reunión de la Junta de Seguridad de Cataluña en Barcelona.
Reunión de la Junta de Seguridad de Cataluña en Barcelona. Massimiliano Minocri

No me convence que la quiebra de nuestra ciudadanía común intentada por los separatistas catalanes sea cosa sentimental. Portavoces voluntarios del inconsciente colectivo nos informan de que los “catalanes”(?) se sienten humillados, o dolidos, siempre orgullosos pero decepcionados, no están a gusto... En una reciente entrevista, Íñigo Errejón apuntaba que se habían “desenamorado” de España y que ese desafecto empeoraba cuando el resto de los españoles les regañaba por alejarse.

Claro, no hay amores obligatorios... al contrario de las instituciones políticas, cuya responsabilidad no depende de cardiogramas. La sentimentalización es útil, porque convierte a los adversarios en maridos tiránicos o torvos enemigos de la dicha ajena. ¡Cuánta crueldad! Así la inteligente Isabel Coixet se ve obligada a aclarar en un artículo que no hace falta ser de derechas o facha para rechazar el separatismo, cuando lo difícil es probar la pulcritud democrática de quienes amenazan con saltarse la ley e ignorar la voluntad del resto de los ciudadanos.

Algunos piensan que la cumbre de ese desamor será un referéndum antilegal (no meramente ilegal). Pero ya hoy pasan cosas igual de graves. En Castelldefels, un grupo de padres de alumnos del CEIP Josep Guinovart ha ganado un recurso legal para que sus hijos puedan recibir al menos el 25% de sus clases en castellano. El equipo municipal (PSC, Podemos e independentistas) ha promovido una moción de rechazo a esos padres y llaman a desobedecer el auto de los tribunales por ir contra la escuela catalana. Lección primera, vulnerar derechos de otros catalanes. La alcaldesa es socialista: imaginen qué trato va a recibir el castellano en el federalismo plurinacional que propone su jefe... Les acompaño en el sentimiento.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_