10 fotosGrifos y váteres para el altiplano bolivianoUn programa del Gobierno, el BID y la Cooperación Española lleva agua potable y saneamiento a 214 poblaciones del país andinoPablo LindeBolivia - 06 jul 2017 - 08:12CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceLa escasez de agua, a simple vista, no parece un gran problema al atravesar esta llanura a 4.000 metros de altura. Cerca del cielo, por los paisajes verdes y amarillentos rodeados por la cordillera andina, se cruzan sucesivos riachuelos hasta llegar al Titicaca, uno de los mayores lagos del mundo.Un programa del Gobierno con la financiación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Cooperación Española está instalando sistemas de agua potable y saneamiento en 214 poblaciones de menos de 2.000 habitantes, las más complicadas e inaccesibles. En la imagen, el tanque de agua de Huarialtaya, que abastece a sus 30 familias. El programa está instalando retretes ecológicos para cada familia. Para implicarlas, ellas son responsables de parte de la construcción. En la imagen, Estanislao Salas, presidente del comité del agua de Huarialtaya. La costumbre hacer las necesidades al aire libre no es fácil de desarraigar; menos entre personas de cierta edad; y menos aún cuando pasan horas en el campo, a cientos de metros de sus casa. Los miembros del comité del agua de Huarialtaya velan porque sus habitantes usen los nuevos inodoros, so pena de una multa de 150 bolivianos, casi 20 euros. El cultivo de la quinoa es uno de los medios de vida de las comunidades del altiplano boliviano. Muy a menudo, para el autoconsumo.A 4.000 metros de altitud, el altiplano boliviano da la sensación de estar cerca del cielo.Una ‘cholita’ se sienta entre los campos de quinoa de la población de Puerto Pérez. Al fondo, uno de los tanques que el programa de abastecimiento de agua del Gobierno, el BID y la Aecid. Varias ‘cholitas’ de Puerto Pérez celebran un ‘ajtaphi’, la comida comunitaria con el que estas comunidades agasajan a sus huéspedes. Lo hacen con ocasión de la visita de Carlos Ortuño, ministro de Medio Ambiente y Agua, que ha acudido a la zona a inaugurar instalaciones de agua y saneamiento. El sol cae sobre el lago Titicaca mientras que unas vacas pastan. La leche es una de las fuentes de ingresos de sus pobladores, pero la sequía les ha castigado duramente en el último año.