_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

De Donald a Theresa

Trump quiebra la imagen de EE UU y May confirma que el Brexit es una tumba

Francisco G. Basterra
Grabado de Nerón observando el Gran incendio de Roma.
Grabado de Nerón observando el Gran incendio de Roma.Fototeca Gilardi/Getty Images

Los acontecimientos nos alcanzan. El repliegue de los dos grandes países anglosajones, los dos últimos imperios históricos, confirman un mundo definido por el desorden, sin liderazgo único. EEUU ya no es una fuerza para la estabilidad global, el aliado fiable e indispensable. Theresa May ha pegado un tiro en la cabeza al Partido Conservador en Reino Unido: ganando ha perdido estrepitosamente. Ha terminado de cavar la tumba a la que conduce el Brexit. Donald Trump, caótico, provoca incredulidad y alarma. La nube sobre su presidencia que supone el Rusiagate se agiganta. El relato de obstrucción a la justicia planteado crudamente ante el Senado por el cesado director del FBI, James Comey, puede llevar al impeachment, procesamiento por el Congreso, del presidente.

“Somos Roma y Trump es Nerón”. Este era el certero comentario digital enviado por una lectora de Florida a un editorial de The New York Times, que denunciaba la retirada de América del mundo y el insultante viaje del 45º presidente de Estados Unidos a Europa, en el que se mofó de Alemania, y negó el compromiso de Washington con el Artículo 5 del Tratado de la OTAN, que consagra que un ataque a un aliado es un ataque a todos. Putin da volatines en el Kremlin. El emperador está igual de desnudo que cuando accedió el 20 de enero a la Casa Blanca: no se modera, no aprende, engaña.

Arroja gasolina al fuego ya declarado en Oriente Próximo, tomando partido a favor de Arabia Saudí en la guerra civil y religiosa por la hegemonía de la región entre Riad y Teherán, entre suníes y chiíes. En Europa, Trump impulsa la política de divide y vencerás buscada por Moscú. ¿Nos lleva Trump a la catástrofe o, en el mejor de los casos, no concluirá su presidencia? Las dos cosas son ya plausibles.

Trump ha jibarizado la imagen global de EE UU, que logró recuperar Obama durante los ocho años de su presidencia. Ha quebrado la idea de una América democrática, abierta. Ve el mundo no como una comunidad global, sino como un escenario donde las naciones, los actores no gubernamentales y las empresas libran sus negociaciones y compiten en la búsqueda de resultados de suma cero. El presidente sabe el precio pero ignora el valor de nada. El abandono decretado por Trump del pacto climático de París sitúa a EE UU en el desierto internacional.

Abandona las instituciones, las reglas y los valores que diseñaron nuestro mundo tras la Segunda Guerra Mundial. Hace solo 70 años, el 5 de junio de 1947, George Marshall, el secretario de Estado de EE UU, lanzó el plan que lleva su nombre para la reconstrucción de la Europa devastada por el nazismo. Hoy, Trump nos riñe porque “le debemos dinero” y humilla a Merkel. Richard Haas, presidente del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR) ilumina lo que está ocurriendo en su reciente libro A world in disarray, Penguin Press (Un mundo en desbandada). “Es difícil no tomarse en serio la posibilidad de que una era histórica está concluyendo y otra empezando”.

fgbasterra@gmail.com

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_