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África No es un paísÁfrica No es un país
Coordinado por Lola Huete Machado

El expolio de África

El resto del mundo estrangula la economía del continente con las industrias extractivas o los métodos irregulares de financiación, según un informe de Honest Accounts

Un grupo de buscadores de oro ilegales, en el sur de Ghana.
Un grupo de buscadores de oro ilegales, en el sur de Ghana.CRISTINA ALDEHUELA (AFP)

África es muy rica. Tiene grandes reservas mineras, la fuerza de su juventud, trabajadores cada vez más cualificados, economías en crecimiento… Sin embargo, muchas de las personas que viven en ella siguen sumergidas en la necesidad. Entre otras cosas porque el resto del mundo, en particular los países occidentales, extrae del continente mucho más de lo que envía, al mismo tiempo que impulsa modelos económicos que alimentan la desigualdad y la pobreza, a menudo en alianza con las élites africanas.

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Está claro que la economía africana vive una situación de auge. Por ejemplo, si se suma el volumen de negocios de las 500 mayores empresas del continente se obtiene que alcanzó 625.000 millones de euros en 2014. Además, en 2015, los países africanos exportaron 207.000 millones de euros en minerales y petróleo al resto del mundo. El valor de las reservas minerales que se encuentran en suelo africano es aún más grande: solo en Sudáfrica se calcula que el potencial de estas rondaría los 2,1 billones de euros, mientras que en la República Democrática del Congo alcanzarían los 21, billones de euros.

A pesar de ello, en 2015, África recibió 143.000 millones de euros en ayuda, principalmente en préstamos, remesas y subvenciones. En el mismo periodo, 181.000 millones de euros salieron de ella, ya sea directamente a través de la repatriación de los beneficios por parte de las corporaciones extranjeras (que trasladan todas sus ganancias fuera del continente) y la movilización ilícita de capitales (a través del crimen, la corrupción, la evasión de impuestos y otras actividades criminales), o por los costos derivados del cambio climático, el pago de la deuda, la fuga de cerebros, la tala ilegal, la pesca y la caza furtiva...

Finanzas del continente africano. En un platillo de la balanza: ayuda y subsidios. En el otro: evasión de impuestos, robo de recursos naturales e intereses de la deuda.
Finanzas del continente africano. En un platillo de la balanza: ayuda y subsidios. En el otro: evasión de impuestos, robo de recursos naturales e intereses de la deuda.
Los recursos naturales del continente están en manos de compañías privadas extranjeras que repatrian la mayor parte de los beneficios 

Estos datos se encuentran en el informe Honest Accounts 2017: How the world profits from Africa’s wealth (Cuentas honestas 2017: Cómo el mundo se beneficia de la riqueza de África), publicado por una coalición de organizaciones británicas y africanas entre las que se encuentran Global Justice Now, Health Poverty Action, Jubilee Debt Campaign o Uganda Debt Network. Según este documento existen varias razones que explican por qué la mayoría de las personas en África no se benefician de las riquezas de sus países y por qué el actual modelo de extracción de minerales en realidad conduce al empobrecimiento. Estas incluyen:

1.- Los recursos naturales del continente están en manos de compañías privadas extranjeras que trasladan la mayor parte de los beneficios obtenidos fuera de él. Cuando las empresas multinacionales exportan productos como minerales de países africanos, a menudo sus gobiernos se benefician solo marginalmente. Reciben muy pocos ingresos fiscales de ellas. Además, estas empresas pueden evitar fácilmente pagar impuestos utilizando la planificación fiscal en paraísos. Igualmente, muchas políticas fiscales africanas vienen impuestas por los gobiernos occidentales que insisten en que África reduzca la fiscalidad para atraer la inversión.

"Lo que los países africanos verdaderamente necesitan es que el resto del mundo deje de saquearlos sistemáticamente", dice una activista de Global Justice Now

2.- Los que controlan los paraísos fiscales están permitiendo el robo de la riqueza de África. En 2016, había 24 multimillonarios en África con una riqueza conjunta de 71.000 millones de euros. ¿Dónde guardan estas personas todo ese dinero? Pues, ni más ni menos que en los centros internacionales tradicionales para estos casos, donde existe una baja fiscalidad y secreto bancario, como las Islas del Canal, Suiza o Reino Unido.

Una vez analizados estos datos, Honest Accounts hace una serie de recomendaciones sobre cómo el sistema de extracción de riqueza de África podría ser desmantelado. Estas sugerencias incluyen la promoción de políticas económicas que conduzcan a un desarrollo equitativo, impedir que las empresas con filiales basadas en paraísos fiscales operen en países africanos y transformar la ayuda que recibe el continente en un proceso que realmente beneficie a África.

Gráfico de Honest Accounts.
Gráfico de Honest Accounts.

“Hay una poderosa narrativa en las sociedades occidentales de que África es pobre y necesita nuestra ayuda. Esta investigación muestra que lo que los países africanos verdaderamente necesitan es que el resto del mundo deje de saquearlos sistemáticamente. Si bien la forma de saqueo colonial puede haber cambiado con el tiempo, su naturaleza sigue siendo la misma”, piensa Aisha Dodwell, activista de Global Justice Now.

Los que controlan los paraísos fiscales están permitiendo el robo de la riqueza de África

Por eso mismo, cada vez resulta más necesario cambiar este discurso y revertir la situación para que de una vez por todas África pueda beneficiarse de sus propios recursos naturales. “El desarrollo será una causa perdida en África mientras sigamos sangrando miles de millones cada año mediante las industrias extractivas, los paraísos fiscales y la tala y pesca ilegales. Es necesario realizar algunos cambios estructurales serios para promover políticas económicas que permitan a los países africanos atender mejor las necesidades de su pueblo en lugar de ser simples gallinas de los huevos de oro para las corporaciones y gobiernos occidentales”, afirma Bernad Adaba, analista de ISODEC Ghana y uno de los autores del informe.

Algunos ejemplos

Tanzania

En marzo de 2016, un tribunal fiscal del gobierno de Tanzania determinó que Acacia Mining (filial de Barrick Gold Corporation, con sede en Toronto, Canadá), que posee tres minas de oro en el país, practicaba evasión fiscal y le impuso una multa de 36 millones de euros. La sentencia probó que Acacia había establecido un "sofisticado esquema de evasión de impuestos". También recoge que la compañía pagó dividendos a sus accionistas por valor de 369 millones de euros entre 2010 y 2013, pero que evadió un impuesto retentivo del 10% al declarar pérdidas. El tribunal concluyó que era inconcebible que Acacia pudiera pagar tanto dinero en dividendos durante cuatro años consecutivos, mientras que sus únicos activos eran las tres minas deficitarias de Tanzania que, de acuerdo a la compañía, no obtienen beneficios. Acacia ha dicho que cree que la sentencia es "fundamentalmente errónea" y la ha apelado.

Uganda

En 2010, se filtraron los contratos entre las compañías petroleras y el gobierno de Uganda y un análisis reveló que las condiciones en las que se estaban firmando ofrecían todo tipo de beneficios para las petroleras y que no era un buen negocio para el gobierno.

República Democrática del Congo

En un informe de 2013, Africa Progress Panel, presidido por el ex Secretario General de Naciones Unidas, Kofi Annan, examinó una selección de cinco acuerdos relacionados con la RDC entre 2010 y 2012. Solo en estos cinco, la RDC perdió 1.21 mil millones de euros en ingresos por la valoración a la baja de los activos mineros vendidos a empresas offshore (que operan en paraísos fiscales). Esa cantidad representaba casi el doble de las partidas de sanidad y educación en los presupuestos de la RDC para 2012.

Mozambique

La tala ilegal puede resultar en pérdidas significativas de ingresos gubernamentales. En Mozambique, en 2012, se perdieron más de 17 millones en impuestos no pagados sobre la exportaciones de madera a China.

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