“Si la recuperación económica ha llegado a España, en ciencia no se ha visto”
En la víspera de la 'Marcha por la Ciencia', Nazario Martín, presidente de la mayor agrupación de científicos de España, analiza la situación de la investigación
Mañana, en capitales de medio mundo están convocadas ‘Marchas por la ciencia’. El origen del movimiento surgió en EE UU, donde muchos ciudadanos se han rebelado frente al desprecio por los hechos, científicos o no, del nuevo presidente, Donald Trump, y su equipo. En España, también están previstas movilizaciones en Madrid, Barcelona, Sevilla, Girona y Granada.
La marcha se realiza con ocasión del día de la tierra, un día en el que se reivindica la importancia de la defensa del medioambiente y de la lucha contra el cambio climático, cuestionados precisamente también por quienes minimizan en algunos países en el ámbito político la importancia del conocimiento científico.
En la víspera de esa movilización, hablamos con Nazario Martín, presidente de la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE), la principal agrupación de científicos de España.
Pregunta. ¿Por qué debería interesar una marcha por la ciencia a personas que no se dedican a la ciencia?
Nuestro Gobierno muestra un gran desinterés por la ciencia y la tecnología
Respuesta. Esto no es un problema de la gente que se dedica a la ciencia, que sale a la calle a reclamar mejoras en sus puestos de trabajo. El origen de la marcha se encuentra en el peligro que ahora corre la ciencia con lo que viene de EE UU, donde algunos hechos científicos demostrados se ponen en duda sin ningún argumento científico que lo desdiga. Y son temas importantes, especialmente en lo que respecta al cambio climático. Eso implica un peligro para el planeta. Luego están los creacionistas, que parece algo sacado de un libro de terror. Después de lo que se ha investigado sobre la evolución, pensar que todo es obra de un sumo hacedor, es preocupante.
Todo esto no solo afecta a la gente de ciencia, también afecta a la ciudadanía. En los últimos siglos, no se puede entender ningún avance social ni nuestro modo de vida sin el avance científico y tecnológico. Cuando la gente tiene un problema de salud, va a un hospital y le atiende alguien con formación científica. Esta marcha tendría que estar apoyada no solo por gente que hace ciencia, sino por la ciudadanía en su conjunto, que además son los que financian la investigación a través de sus impuestos.
P. Se habla mucho de la tendencia de la administración Trump a manipular los hechos para adaptarlos a sus intereses, pero en España se acaban de aprobar unos presupuestos con recortes en ciencia y se han presentado como si se incrementase la inversión.
R. Aquí no hay un discurso político contra la ciencia, pero nuestro Gobierno sí muestra un gran desinterés por la ciencia y la tecnología. Además, se le puede criticar al Gobierno que se diga que el presupuesto crece y que nos acercamos a Europa cuando, según un análisis que hemos hecho desde la COSCE, el 4,1% de crecimiento del presupuesto para I+D no es real. Lo que ha subido un 9,2% son los créditos que el Gobierno recupera, pero las subvenciones, que son la columna vertebral del sistema de ciencia español, han bajado un 2,6%. No hay que olvidar que sistemáticamente, más del 50% de esos préstamos que han crecido no se ejecutan.
Hacienda no puede estar dictando la pauta de la ciencia en este país
Además, no solo es cuestión de dinero, sino también estructural. Hoy no sabemos cuándo van a salir los proyectos de investigación y las becas asociadas a los proyectos están en el limbo. Se esperaría que la Agencia Estatal de Investigación dé respuesta a esto. Si con este organismo los presupuestos pueden ser plurianuales, probablemente en ciclos de tres años, se podrá garantizar que las convocatorias salgan en su momento y se pueda hacer mejor la previsión de trabajo o de contrataciones.
P. Pese a las previsiones de crecimiento del PIB español para el año que viene, el Gobierno sigue recortando en ciencia. Y aún así, su responsable de ciencia, la Secretaria de Estado de I+D+i, mantenía en una entrevista reciente que “la inversión en I+D subirá del 1,2% al 2% hasta el 2020”. ¿Qué le parece este discurso?
R. La realidad es que el dinero para proyectos y becas disminuye. Si la parte más importante del presupuesto son los fondos financieros y más de la mitad no se ejecuta, eso va a volver a la caja del Estado. Además, la inyección de dinero tiene que hacerse progresivamente, y sucede lo mismo con la atracción de talento. Tenemos que planificarla de una forma razonable, que la gente con talento que venga tenga fondos, estudiantes para llevar adelante sus investigaciones... Hay que organizarlo todo para llegar a recuperar el techo de inversión de 2009, pero de forma racional. En ciencia no hay atajos.
P. ¿Sería interesante para la ciencia volver a contar con un ministerio específico?
Es necesario que los parlamentarios conozcan mejor nuestra ciencia
R. Claro que es necesario. Yo a Carmen Vela en lo personal la valoro muy bien, es una persona muy competente, pero en su gestión parece que la culpa de todo la tiene Hacienda. Y en algún momento habrá que decir que en estas condiciones no se puede trabajar. Hacienda no puede estar dictando la pauta de la ciencia de este país.
P. En España, tanto los políticos como los ciudadanos hablan muy bien de los científicos, pero después eso no se refleja en apoyo social o en la inversión.
R. Desde COSCE hemos reclamado que se impregne la política con la ciencia, con ejemplos como los asesores de ciencia de Blair o de Obama. Desde COSCE queremos que haya un pleno anual dedicado a la ciencia y a la innovación de este país. Es necesario que los parlamentarios conozcan mejor nuestra ciencia.
Si la recuperación económica ha llegado a España, en el mundo de la ciencia no se ha visto. No ha llegado la más mínima recuperación. Si de 2009 hasta ahora se hubiese mantenido la inversión, podemos estimar que se han dejado de invertir en ciencia 12.000 millones de euros. Ese 35% que se ha perdido en inversión en I+D tiene efectos. Cada país debe decidir qué tipo de ciencia quiere. Eso sí, si queremos un país especializado en turismo y en el sector servicios, vamos bien.
P. ¿Qué mensaje tendría para los ciudadanos que se planteen por qué deberían movilizarse en favor de la ciencia?
R. En España somos poco dados al asociacionismo, quizá por educación, pero lanzaría un mensaje a la ciudadanía de que la ciencia nos debe importar a todos, que la salud y el bienestar social dependen de ella. Y cuando está en peligro, eso nos afecta a todos. Debemos apoyar la ciencia para que al menos tengamos un nivel parecido al de los países a los que nos queremos parecer.
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