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Legos, barbies y políticas de desarrollo

Mujer y creatividad, protagonistas en el foro 'Idear soluciones' de la asamblea anual del BID

Pablo Linde
Foro 'Idear soluciones' en la apertura de la asamblea anual del Banco Interamericano de Desarrollo en Asunción (Paraguay).
Foro 'Idear soluciones' en la apertura de la asamblea anual del Banco Interamericano de Desarrollo en Asunción (Paraguay).
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En algún momento del siglo XXI —no del XX ni del XIX— Soledad Núñez tuvo que escuchar en un aula universitaria —no en la calle ni en el campo— que las mujeres deberían estar en la cocina; de boca de un profesor —no de un estudiante o un empleado con menor formación—. Era una de las 10 aspirantes a ingenieras en la Universidad Nacional de Asunción (Paraguay), en una promoción que compartían con 90 hombres.

El ejemplo, más que una anécdota, es reflejo de algunas realidades: como la abrumadora mayoría de hombres que cursan carreras técnicas, algo que en América Latina está especialmente acentuado con respecto a los países de la OCDE, y el machismo que campa por algunas de ellas, algo más difícil de medir.

“La falta de mujeres en los ámbitos de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) no son solo un problema para la equidad, lo son para el desarrollo”, afirmó este jueves Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, en el foro Idear Soluciones. El encuentro inauguró la asamblea anual de la entidad, que se celebra esta semana, la última de marzo, en la capital paraguaya. Un estudio de la institución muestra que tres cuartas partes de las empresas de América Latina no cuenta con ninguna mujer en su gerencia. “Es como salir a la cancha de fútbol a jugar con la mitad de los jugadores”, comparó Moreno.

Estas son algunas de las razones por las que en la VII edición de este foro las protagonistas a la hora de aportar ideas innovadoras para la región fueron mujeres. Hasta 17 emprendedoras creativas de distintas partes del mundo y tres empresarios latinoamericanos compartieron cómo están mejorando vidas ante un público local e internacional, representantes del sector público y privado, artistas, creativos, estudiantes universitarios…

La falta de mujeres en los ámbitos de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas no son solo un problema para la equidad, lo son para el desarrollo

Núñez, además de ingeniera, es ministra de la Vivienda y el Hábitat de Paraguay. En su cargo continúa conviviendo junto a una gran mayoría masculina con actitudes que, en alguna ocasión, le recuerdan a sus años universitarios. Nada más llegar al cargo, un periodista (hombre) le advirtió de que iba a ser como una corderita rodeada de lobos: se la iban a comer. “Entendí que la mezcla de juventud y mujer está asociada a debilidad. Es un estigma, sobre todo en determinados ámbitos profesionales, que tenemos que derribar teniendo claro para qué nos formamos”, razona.

Como dijo el presidente del BID, la opción por un determinado tipo de carreras no es una cuestión de elección libre e individual: “Viene desde pequeños, cuando a los niños se les pone a jugar con legos y a las niñas con barbies y se les manda un mensaje: ellos están destinados a construir, ellas, a la casa”.

A Leticia Romero también le regalaron una muñeca cuando era niña. La desarmó, vio que no tenía nada dentro y dijo: “Esto no me vale, no es un robot”. Cuando creció, entre otras cosas creó Girls Code Paraguay, una de las varias iniciativas que hay en la región para animar a las chicas a programar y que entren en un sector tradicionalmente masculino. Han formado a 100 niñas y quieren que el número ascienda a 500 este año.

Una niña en uno de los talleres de robótica de la iniciativa.
Una niña en uno de los talleres de robótica de la iniciativa.Girls Code Paraguay

Esta conexión entre pares a temprana edad forma parte de varias de las recetas que el presidente del BID dio para acelerar una transformación, un cambio de roles que ya se está produciendo. Son, en su opinión, tres:

  1. Empezar pronto. Por ejemplo, otra iniciativa paraguaya, Tikichuela, que pretende enseñar matemáticas a nivel preescolar, cuando los alumnos pueden desarrollar habilidades espaciales importantes para progresar en los campos STEM.
  2. Conectar. Aportar más información sobre las perspectivas de empleo y los salarios de las carreras de este ámbito. “Muchas chicas desconocen que hay una enorme demanda de programadoras, por ejemplo”.
  3. Reforzar la confianza de las niñas a través de todo el ciclo escolar. “A través de ejemplos que sirvan como fuente de inspiración, como Ilya de Marotta, una de las ingenieras responsables de la ampliación del canal de Panamá”.

Precisamente el foro fue una pasarela por la que desfilaron casos inspiradores de mujeres, como Katia Cánepa Vega, diseñadora de lo que llama beauty technology, que transforma el cuerpo en una interfaz tecnológica. ¿Qué quiere decir esto? Que en lugar de sacar la tarjeta para pagar, se pueda hacer con un chip en una uña; o que tocarse el pelo de cierta forma pueda dar una llamada de alarma en una situación de peligro; o la solución que dieron a un joven accidentado que quedó tetrapléjico: poder cambiar los canales de la televisión mediante parpadeos.

Astrónomas, diseñadoras de moda, ecólogas, políticas, físicas y programadoras también pasaron por el foro aportando distintas ideas, cada una en su campo, pero una en común: la capacidad de innovación no depende de la letra de los cromosomas.

Este reportaje ha sido posible gracias a la financiación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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