Tomas falsas
Cuando ya ha caído la gente de buena voluntad, empiezan las consecuencias entre los de la mala
Paco Sanz es un supuesto enfermo terminal que se dedicaba a pedir dinero a anónimos y famosos que le organizaron galas y le prestaron followers.Sanz necesitaba dinero, según decía, para tratarse de una enfermedad rara que le había dejado en el cuerpo unos 2.000 tumores más o menos, cifra que podría resultar de un cálculo poético basado en el rendimiento económico que le podía sacar a cada uno para irse de crucero.
Sobre ese drama levantó una industria a través de una web, redes sociales y medios de comunicación en los que difundía vídeos para reclamar aportaciones mientras contaba su día a día. Su trabajo no era arriesgado y reportaba un enorme beneficio: tenía que dar pena. Dar pena es un trabajo agradecido porque no se necesita vergüenza y siempre se acaba dando asco: algunas veces al principio y casi siempre al final. La distancia entre las dos cosas son más de 8.000 engañados y decenas de miles de euros.
Sanz fue detenido acusado de estafa y, como en el caso de los padres de Nadia, se trató más que de una detención: fue un desmantelamiento. Así que ayer se emitieron las tomas falsas de los vídeos con los que pedía dinero: tomas falsas de las tomas falsas, o sea las tomas buenas. En ellas se puede ver a Sanz haciendo cortes de manga a su público, diciendo que no quiere conmoverlo sino que le den “dinerito” mientras su novia lo entrena para dar lástima, su madre baila detrás de él “por las tontadas que dices” y Sanz se lleva las manos a los huevos (no hay estafa sin mano en los huevos en algún momento).
Se trata de una obra de singular importancia: una continuación de Un país en la mochila por otros medios. El caso es que ahora, cuando se debería poder aportar dinero a Paco Sanz antes de que se adelante con un crowfdunding alegando inestabilidad mental, no se puede. Si uno manda un mensaje poniendo “Paco” a un número de pago da error, si uno quiere comprar su libro, Una vida de sueños. Una vida de lucha, la editorial dice que el producto no está disponible; tampoco funciona el link en el que dejar un donativo porque está roto. La única forma de ayudar a Paco Sanz es comprar su libro a través de Amazon: allí hay disponible un ejemplar que se vende por 210 dólares. Si Sanz demuestra destreza y España está a la altura, ganará más dinero presentándose como estafador que como enfermo. Cuando ya ha caído la gente de buena voluntad, empiezan las consecuencias entre los de la mala.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.