Amor en tiempos de YouTube
Un 'youtuber' dijo que amaba tanto a su pareja como para dejarle en herencia sus suscriptores
“Tengo literalmente un vídeo haciendo un testamento en el que le dejaba todo lo que yo tenía, incluido mi canal”. Esta declaración del amor moderno se la escuché a un youtuber, enzarzado en peleas de vídeos y denuncias con su exnovia. Una frase tan generacional que resulta ininteligible más allá de su audiencia cotidiana: la quería tanto como para dejarle en herencia su posesión más querida, sus suscriptores.
Otras historias de amor youtuber son positivas, no resultan tóxicas y, de paso, normalizan y visibilizan las realidades LGTBI ante sus jóvenes seguidores. Como la de Yellow Mellow y María Cadepe. La primera nunca tuvo dudas sobre su sexualidad; la segunda nunca había estado con chicas. Las dos se dirigen ahora en sendos vídeos a aquellos que se sienten diferentes para que tengan confianza en sí mismos. También Dulceida, otra influencer, le contaba a Risto Mejide en su Chester in Love que hacer pública su relación con una mujer le daba miedo por el impacto que pudiera tener en su trato con las marcas. Son sus propios fans los que les dan las gracias y les recuerdan que sus ejemplos son importantes.
La generación que dedica más tiempo a ver YouTube que a la televisión es la primera que puede encontrar referentes de su edad más allá de lo que sale en la publicidad y en medios, del sistema de grandes estrellas del deporte, el cine, la música o la moda. Sus ídolos les entretienen, les hablan de tú a tú, se parecen más a ellos. Y es interesantísimo. No todo iban a ser caranchoas.
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