Un secreto sobre la lepra que ha dormido mil años
El esqueleto de un peregrino británico arroja nuevas pistas sobre el origen genético de la lepra
Los restos de un peregrino de entre 18 y 25 años que vivió en siglo XII pueden albergar una pista crucial para combatir la lepra, una enfermedad que ha afectado a los seres humanos durante miles de años y de la que aún hoy se diagnostican algo más de 200.000 casos anuales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los investigadores Simon Roffey y Katie Tucker, de la Universidad de Winchester, y Michael Taylor, de la Universidad de Surrey, ambas en Reino Unido, desenterraron el esqueleto de este varón del cementerio de la antigua leprosería Santa María Magdalena, en Winchester. Tras realizar extensas pruebas, han encontrado que el genoma de la lepra, llamado M. Leprae, no ha cambiado significativamente desde que la enfermedad alcanzó su máximo nivel de contagio, en Europa, durante la Edad Media. Esto podría explicar una disminución en la transmisión de la enfermedad a medida que desarrollaba resistencia a ella.
Como se detalla en el artículo que han publicado en la revista científica Plos Neglected Tropical Diseases, los investigadores realizaron diversas pruebas, entre ellas la datación por radiocarbono, que indicó que los restos fueron enterrados entre finales del siglo XI y principios del siglo XII. Los científicos supusieron que el individuo era un peregrino religioso miserable, posiblemente de ultramar. Además del esqueleto único analizado con gran detalle, el equipo de investigación encontró que el 86% de todos los restos que se recogieron del sitio de entierro mostraban lesiones esqueléticas indicativas de lepra.
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