Nuevo grupo armado para Burkina Faso
Ataques en el norte del país levantan la alarma sobre una posible movilización de los pueblos fulas
El 16 de diciembre, una guarnición del ejército de burkinés en Nassoumbou, provincia de Soum (región de Sahel), en el noreste de Burkina Faso, fue atacada por hombres armados. 12 soldados de una unidad antiterrorista murieron. Parece que es la primera vez que el ejército de Burkina Faso recibe un revés como este.
Las tropas eran parte del batallón antiterroristas desplegado en 2013 para luchar contra la insurgencia yihadista cerca del poroso borde de Malí y Níger. Forma parte de la estrategia francesa conocida como Operación Barkhane, que también cuenta con el apoyo de Canadá. Esta se extiende por Mauritania, Malí, Burkina Faso, Níger y Chad y cuenta con unos 3.000 soldados en toda la región.
En un primer momento, detrás del atentado, muchos observadores vieron la mano de Adnane Abu Walid al-Sahrawi, un personaje que ha pasado por diversos grupos y que nació en El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, en 1979.
El mayor ataque terrorista sufrido por el ejército burkinés
Las primeras noticias de él lo sitúan como uno de los principales comandantes de Al-Mourabitoun, una organización yihadista nacida en 2013, cuando se fusionaron elementos de dos de los grupos más radicales que habían participado en el conflicto del norte de Malí: el Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África Occidental (MUJAO), del que al-Sahrawi era portavoz; y Katiba al-Muthalimin, liderado por uno de los terroristas más buscados, el argelino Mokhtar Belmokhtar. Al-Mourabitoun habría estado detrás de los distintos atentados terroristas que se han producido últimamente en la zona.
Además, a finales de octubre la agencia de noticias del califato islámico anunciaba el juramento de fidelidad de parte del grupo Estado Islámico del Gran Sáhara (ISGS, por sus siglas en inglés). Un grupo que opera en la zona del Sahel, y al frente del cual aparece al-Sahrawi.
Recordamos que en los últimos meses se ha producido un aumento significativo de incidentes en la provincia de Soum (en azúl en el mapa inferior) que apuntaban a la presencia de grupos yihadistas en la zona: asesinatos selectivos de imanes que se oponen a las corrientes más radicales del islam, incursiones en aldeas y ataques contra las posiciones del ejército.
El último incidente registrado en la zona, de una larga serie, tuvo lugar la noche de año nuevo en la capital de Soum, Dijbo, cuando un imán y otra persona fueron asesinados.
Sin embargo, los últimos datos recogidos sobre estos últimos ataque arrojan datos preocupantes, no sería el grupo de al-Sahrawi el responsable, sino uno nuevo cercano a Koufa Hamadoy, líder de Ansar Dine (afiliado a al-Qaeda, no al estado islámico). Este llevaría por nombre Ansaroul Islam, y que, en un comunicado fechado el 22 de diciembre, reivindicaba el ataque de Nassoumbou.
Este escrito está firmado por Ibrahim, que se autodenomina principe de los creyentes y guía de Ansaruol Islam.
El responsable sería Ibrahim Dicko, predicador burkinés perteneciente a la etnia peul
Poco se sabe de esta persona, pero todo a punta a que se trataría del Malam Ibrahim Dicko, un predicador burkinés perteneciente a la etnia peul (también conocida como fula, fulani, pulaar o fulbé), famoso en Dijbo y sus alrededores, defensor del islam más radical. Este es un elemento importante, porque la mayoría de los seguidores de Dicko provendrían de este grupo étnico.
Según Jeune Afrique, Ibrahim Dicko fue detenido por tropas francesas a finales de 2013, alrededor de Tessalit (región de Kidal, norte de Malí), cuando intentaba unirse a grupos yihadistas recién expulsados del norte de Malí. Tras dos años en la cárceles de la Dirección General de Seguridad Exterior de aquel país, Dicko recuperó su libertar. Con 10 hombres habría formado Ansaroul Islam, que cada vez está más claro es la franquicia de Ansar Dine en Burkina Faso. Todo indica, según la revista, a que los terroristas se esconderían en un bosque cerca de Dijibo, de difícil acceso, en la frontera entre Burkina Faso y Malí y que en la actualidad contarían con más de doscientos combatientes entre sus filas. No es de descartar, que en los próximos meses Ansaroul Islam también empiece a actuar en Malí.
El factor fula o peul y la reivindicación del antiguo imperio de Macina son elementos a tener en cuenta
Un elemento muy importante a tener en cuenta con respecto a este nuevo grupo, como hemos apuntado anteriormente, es el elemento fula o peul. Ansaroul Islam reivindica, al igual que Koufa Hamadoy o el Frente de liberación de Macina (franquicia de Ansar Dine que opera en Malí) el imperio peul de Macina (aquí estaría bien releer Amkullel, el niño fulbé y L’empire peul du Macina, ambos de Amadou Hampâté Bâ), fundado a principios del siglo XIX por Cheikou Amadou. La actual provincia de Soum en Burkina Faso, fue una de las fronteras de aquel gran reino.
Las asociaciones fulas de Burkina Faso llevan tiempo denunciando las detenciones arbitrarias llevadas a cabo por el ejército burkinés contra miembros de su etnia. Muchas veces, afirman su líderes, por el mero hecho de ir vestidos con sus ropas tradicionales de pastores nómadas. Quejas similares se han producido también en Malí.
¿Se están organizando los pueblos fulas para defenderse de la discriminación y hostigamiento que viven?
Es importante notar que los pueblos fulas, tradicionalmente pastores nómadas y comerciantes, de mayoría musulmana, que se extienden desde el actual Senegal hasta Camerún y Sudán, y en muchos de esos países están sometidos a discriminación por ser minorías y por su estilo de vida, parecen haber dado un salto en el último año organizándose y uniéndose a las filas de los grupos radicales que operan en diversas partes, especialmente, aunque no solamente, del Sahel. Es el caso de Ansaroul Islam o el también recientemente formado 3R en el norte de la República Centroafricana, donde los fulas dicen haberse organizado para defenderse de los continuos ataques de los anti-balakas.
Habrá que estar atentos y ver si nos encontramos ante una excepción, y estos grupos han surgido apoyándose en las reivindicaciones fulas, aunque en realidad busquen su propio beneficio, como suele ser común en estos casos, o si de verdad, los pueblos fulas empiezan a organizarse y deciden “defenderse” por su cuenta.
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