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Donde duermen los niños

Fara, de 2 años. Vive 
en Azraq, en Jordania, 
y le encanta el fútbol. 
Su padre le fabrica pelotas con los materiales que va encontrando, pero 
no duran mucho. Cada noche acuesta a la niña 
y a su hermana mayor 
con la esperanza 
de poder conseguirles 
un auténtico balón.
Fara, de 2 años. Vive en Azraq, en Jordania, y le encanta el fútbol. Su padre le fabrica pelotas con los materiales que va encontrando, pero no duran mucho. Cada noche acuesta a la niña y a su hermana mayor con la esperanza de poder conseguirles un auténtico balón. AFP PHOTO / DANIEL LEAL-OLIVAS

DESDE QUE estalló la guerra en Siria, ha habido 4.000 ataques a escuelas. En estos cinco años, miles de niños han muerto y 2,5 millones han huido de sus casas, según Unicef. Magnus Wennman, de 37 años, ha retratado a un puñado de ellos en siete países desde 2015. “Encontré a niños en enormes campos de refugiados y en pequeños asentamientos. Conocí a algunos que dormían en basureros y en la calle. A niños sin padres y a niños que tenían que recoger manzanas de los árboles para tener algo que comer”, cuenta el fotógrafo sueco. “Algunos hablaban de sus juguetes y de los peluches que dejaron atrás”, explica en el libro Donde duermen los niños (Kehrer Verlag), que recoge historias como la de Fátima, de 9 años, que vio cómo tiraban a un bebé de una barcaza en Libia, o de Walaa, a quien la almohada le recuerda a las bombas.

Abdul Karim, de 17 años. Llegó a Atenas en ferri y se ha quedado sin dinero. Duerme en la plaza de Omonia, adonde acuden cada día cientos de refugiados y por donde planean las mafias. Él no puede continuar el viaje, pero cuando habla por teléfono con su madre, en Siria, no se lo cuenta. No quiere preocuparla más.pulsa en la fotoAbdul Karim, de 17 años. Llegó a Atenas en ferri y se ha quedado sin dinero. Duerme en la plaza de Omonia, adonde acuden cada día cientos de refugiados y por donde planean las mafias. Él no puede continuar el viaje, pero cuando habla por teléfono con su madre, en Siria, no se lo cuenta. No quiere preocuparla más.

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