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La cerveza ‘sin’ también existe

Carlos Calderón
Karelia Vázquez

A TODO SER HUMANO le llega el momento vital de pedir una cerveza sin alcohol. No importa la cara de incrédulo que se le esté quedando a usted ahora mismo. Ese día llegará y las razones serán de lo más variopintas. Puede ser que esté intentando perder peso, que le toque conducir después de la fiesta o que se encuentre embarazada, incluso es posible que su médico se la haya recomendado (o casi prescrito) junto al antihipertensivo y al diurético de turno. Sea cual sea su circunstancia, puede que un día agradezca la existencia de este tipo de cerveza.

Fue el caso de los estadounidenses que sufrieron la ley seca. Al inicio de los felices años veinte comprobaron perplejos cómo el Congreso aprobaba una enmienda a su constitución –concretamente la XVIII– que les prohibía consumir alcohol. Entonces estas bebidas fueron la mejor fórmula para escurrirse por el vacío legal que ­autorizaba los refrescos con un contenido de alcohol que no superara el 0,5% por volumen. En España fue una pequeña fábrica, La Zaragozana, la que se aventuró a crear en 1976 la primera cerveza sin, pero en este caso por “demanda de la comunidad científica de Zaragoza”, según recuerda el veterano maestro cervecero Juan Antonio Corchón.

“AL PRINCIPIO SE SERVÍA A ESCONDIDAS DETRÁS DE LA BARRA, NADIE QUERÍA QUE LO VIERAN BEBIENDO ALGO QUE SE CONSIDERABA PARA ENFERMOS”.

Los primeros en probar el sabor de aquel experimento cervecero al que llamaron Ámbar fueron los clientes del bar La Bozada, en el barrio de las Delicias. “Al principio se servía a escondidas detrás de la barra, nadie quería que lo vieran bebiendo algo que se consideraba para enfermos”. Su sabor partía del mosto, donde predominaba el cereal. El resultado era una bebida de gusto metálico que a no pocos les recordaba un jarabe para la tos. Años después, con la fermentación completa y una destilación más sofisticada, se conseguirían conservar mejor los aromas y sabores de la cerveza original.

La actriz Peggy Hopkins en 1933, el año en el que se derogó la ley seca en Estados Unidos.

Corchón recuerda cómo poco a poco la gente fue descubriendo las ventajas de la nueva cerveza. Andalucía fue uno de los mercados emergentes más entusiastas. “Se enviaban cerca de 2.000 cajas a la semana, que para el producto y la época era una barbaridad”, explica.

Al poco tiempo irrumpieron en el mercado nacional otras variedades. Cada una de ellas intentaba resolver como podía los dos grandes problemas de la conocida versión descafeinada: el primero, no alterar el sabor tradicional, y el segundo, llegar al cero total en contenido alcohólico, un hito que consiguió en el año 2001 la marca San Miguel. En 2012 se vendieron en todo el mundo 18,7 millones de barriles de cerveza sin alcohol. España es el cuarto país productor de cerveza de la Unión Europea, detrás de Alemania, Reino Unido y Polonia.

El perfil de los incondicionales de la versión light ha cambiado mucho a lo largo de estos años. Incluso ya existen variedades aptas para celiacos. Lo dicho, piense lo que piense ahora, llegará un día en que, contra todo pronóstico, usted también pedirá una sin.

Cronología

Edad Media

En la Europa medieval se populariza la small beer, una versión primitiva de cerveza sin alcohol destinada a los niños y al servicio. En tiempos de la epidemia de cólera se convirtió en una bebida más segura que el agua porque en su elaboración se hervía y se higienizaba.

1919

Se aprueba la ley seca en Estados Unidos, que entrará en vigor en enero de 1920. Casi al mismo tiempo aparecen las primeras cervezas sin alcohol porque la prohibición no afectaba a las bebidas espirituosas (cualquiera que tuviera hasta un 0,5% de alcohol). Por este resquicio se cuelan los primeros fabricantes.

1921

La marca estadounidense Anheuser-Busch fabrica Bevo, una de las más populares. Durante el primer lustro de los años veinte se venden cinco millones de botellas al año solo en Estados Unidos.

1933

Se deroga la ley seca en Estados Unidos. En ese tiempo, una parte del público ha adaptado su paladar a una cerveza más suave y hasta un poco insípida. Algunos lo interpretan como una especie de síndrome de Estocolmo de los años de la prohibición.

1976

Una pequeña fábrica conocida como La Zaragozana lanza Ambar SIN, la primera cerveza sin alcohol del mercado español (su contenido es cercano al 1%). Los clientes la consideran una excentricidad. Muchos la piden a escondidas porque no acaba de estar bien visto eso de beber cerveza “para enfermos”. Ese mismo año, la marca Cruzcampo comercializa en España su versión de cerveza sin.

1984

La marca alemana Clausthaler desembarca en Nueva York con su primera cerveza sin alcohol, creada en 1979. Ninguna se había comercializado en lata hasta ese momento.

1999

El profesor belga Phili

e Perpète descubre por qué la sin sabe diferente a las convencionales. La culpa es de un componente químico, el metional, presente en todas las cervezas, pero cuyo sabor se enmascara con los aromas de la cerveza normal. En el proceso de evaporación para retirar el alcohol, su sabor sale a flote.

2001

La marca San Miguel consigue el cero absoluto con su 0,0%. Se trata de la primera cerveza sin nada de alcohol comercializada en España.

2009

El Libro Blanco de la cerveza, elaborado por Cerveceros de España, recomienda la sin alcohol para los hipertensos, las mujeres embarazadas y las personas que siguen dietas de adelgazamiento.

2011

Coca-Cola escoge algunos bares y restaurantes exclusivos de París para hacer una prueba piloto de su cerveza sin alcohol. Se llama Tumult y está dirigida a un consumidor “maduro que ama la cocina y los restaurantes sofisticados”.

2012

Un total de 18,7 millones de barriles de cerveza sin alcohol se venden en todo el mundo. Según la revista The Economist, supone un incremento del 80% de las ventas respecto a los cinco años anteriores. Una tercera parte del negocio corresponde a los países de Oriente Próximo.

2014

España se convierte en el principal productor y consumidor de cerveza sin alcohol de la Unión Europea.

2015

Más de un 14% de la cerveza consumida en España es alguna de las versiones de cerveza sin alcohol, según el Informe Socio­económico del Sector de la Cerveza en España.

2016

Altiplano es una cerveza elaborada con quinoa. El consumo creciente invita a los productores a elaborar originales mezclas.

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Sobre la firma

Karelia Vázquez
Escribe desde 2002 en El País Semanal, el suplemento Ideas y la secciones de Tecnología y Salud. Ganadora de una beca internacional J.S. Knigt de la Universidad de Stanford para investigar los nexos entre tecnología y filosofía y los cambios sociales que genera internet. Autora del ensayo 'Aquí sí hay brotes verdes: Españoles en Palo Alto'.

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