Sánchez: “Hace falta mucho arrojo para subirse a una pasarela”

SÁNCHEZ (44 años) es uno de los rostros españoles con más proyección internacional y se ha convertido en el hombre estrella para realizar una campaña con un punto de carnalidad. Transpira sensualidad, confianza y equilibrio. “Si esa imagen tuviera algo que ver con el Pedro de verdad, me sentiría muy expuesto”, reconoce.

En poco menos de un año has pasado a ver tus fotos en todas partes. ¿Te has acostumbrado ya? Estoy muy emocionado, ¡espero que todo siga así! Aún no termino de creérmelo, estoy un poco flotando. Cada vez me llaman de más sitios.

¿Qué se siente al verse en una campaña publicitaria? Mucha ilusión, pones tu cara en unos valores y los defiendes. Es un honor que confíen en ti.

Todas tus fotos son muy sexuales, ¿es algo buscado? ¿Sí? No lo sé, puede que sean como dices, pero no es algo buscado. Yo no pretendo parecer sensual. Lo único que sé es que en cuanto me pongo delante de la cámara o me subo a la pasarela… se me queda la mente en blanco y la cosa fluye sola.

¿Cómo preparas la sesión? Son muchas horas estudiando cada gesto, cada mirada. La clave es que quede natural.

¿Cómo es un día normal en la vida de Pedro Sánchez? ¡Muy ajetreado! Me levanto muy pronto porque me gusta estar un buen rato mirando Instagram. Algunos días voy al gimnasio por la mañana, y otros, a clases de inglés. Por la tarde, si tengo castings o sesiones los hago y, si no, me voy de compras o a tomar algo.

Todo esto con solo 44 años, ¿tienes un poco de vértigo o la clave es tener los pies en la tierra? No creo que la edad importe a la hora de subirse a una pasarela. La verdad es que no tengo nada de miedo, lo que tenga que pasar, pasará, ya sea para bien o para mal.

¿Qué disfrutas más, las sesiones de fotos o los desfiles? La euforia de tener a gente observando cómo caminas es inigualable a nada en el mundo. Y posar me lo tomo como un juego.

Tanto a ti como a muchos compañeros de profesión se os acusa de dar muy mal ejemplo a la sociedad. Yo nunca me he privado de comer nada. Mi truco de belleza es dormir bien, llevar una vida sana y ser feliz, lo que me parece un buen ejemplo.

Llevas mucho tiempo en el mundillo, ¿te ves mejor ahora que hace 10 años? Físicamente estoy mucho mejor y mi piel, cabello y cerebro han mejorado. Aunque he de reconocer que tengo

buenos genes. Envejecer en esta industria es cruel; y para ellas, mucho más. Hay que asumirlo.

¿Hay mucha competitividad? La hay, pero es muy deportiva. De puertas para fuera se comparan nuestros cachés y nuestras campañas, pero luego, en el backstage, no solo hay buen rollo sino que nos apoyamos mucho, nos damos consejos, nos dejamos ropa…

¿Has recibido ofertas para películas? Sí, y me encantaría hacer un cameo en alguna porque, aunque no se me note, soy muy payaso y me meto mucho en el papel.

Y la política española, ¿cómo se ve desde fuera? Me interesa más bien poco, la verdad.