Campañas solidarias de Michelle Obama

Durante el Festival Ciudadano Global celebrado el año pasado en Nueva York, Michelle Obama, apareció por sorpresa en el escenario para anunciar por todo lo alto la campaña Let Girls Learn (Dejemos que las niñas aprendan), destinada a facilitar el acceso a la educación a 62 millones de niñas y adolescentes de todo el mundo. Para sacar adelante este ambicioso proyecto, la primera dama de Estados Unidos ha emprendido una gira global que le ha reportado infinidad de apoyos. Unos morales y otros económicos, como la generosa aportación (2.500 millones de dólares) del Banco Mundial.

Siguiendo el ejemplo de otras célebres esposas de presidentes, como Eleanor Roosevelt, que libró una batalla en favor de los intelectuales perseguidos por el nazismo, Michelle Obama ha abanderado causas solidarias contra la discriminación de las mujeres, como se vio tras el secuestro de 200 menores por el grupo terrorista Boko Haram en la Nigeria. En su visita a Asia confesó su indignación al ver una y otra vez cómo los jóvenes, especialmente las niñas, son empujadas “hasta lo más hondo de sus sociedades”. Y añadió: “No puedo quedarme sentada y aceptar las barreras que deben superar para cumplir sus sueños”. Dicho y hecho. El periplo a favor de la alfabetización infantil ha llevado a Michelle Obama esta semana a visitar Liberia, Marruecos y España, países con muy diferentes sensibilidades sobre la educación y, por elevación, sobre los derechos y libertades.

En Liberia, un país en el que la reciente epidemia de ébola provocó el cierre de los colegios durante meses, el programa Let Girls Learn facilitará inversiones para construir un modelo educativo capaz de mejorar el futuro de las adolescentes y de sus comunidades. En Marruecos, Michelle Obama ha participado en un debate junto a las actrices Meryl Streep y Freida Pinto y ha entregado un cheque del Gobierno estadounidense de cien millones de dólares para “un nuevo modelo de enseñanza secundaria en Marruecos”.

España tiene, sin duda, abundantes problemas en el ámbito educativo. El principal: el hachazo en los presupuestos que ha provocado un aumento en el número de alumnos por aula y ha recortado los fondos para becas, ayudas a la compra de libros, cheques comedor... Nada comparable con la situación de Liberia o de Marruecos, donde las menores tienen que caminar varios kilómetros para llegar a la escuela o se ven obligadas a abandonarla para afrontar matrimonios forzosos.

Hacer pedagogía sobre este tipo de peligros es el objetivo de la parada efectuada ayer en Madrid. Michelle Obama ha animado a las jóvenes estudiantes a contribuir a un cambio cultural en los países desarrollados que combata la desigualdad femenina. De paso, ha pedido a los países desarrollados que inicien un cambio cultural que derribe las “distintas varas de medir” aplicadas a hombres y mujeres. Veremos si todos recogen el guante.