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Seres Urbanos
Coordinado por Fernando Casado
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100 años con Jane Jacobs

Durante este mes de Mayo se celebra el centenario del nacimiento de Jane Jacobs (1916-2016), una mujer cuyas ideas han cambiado la manera de ver, entender y analizar los fenómenos urbanos en las ciudades contemporáneas.

Jacobs, sin tener ningún título universitario, llegó a ser editora de la revista Architectural Forum, publicando artículos que criticaban las tendencias urbanísticas que ocurrían en la época de los 50 en América del Norte, principalmente las que propiciaban el uso del automóvil, la incorporación de extensas obras de infraestructura, la modernización, la demolición de antiguos edificios, etc.

En sus inicios, fue ridiculizada y duramente criticada por los tecnócratas del urbanismo moderno quienes la veían como una polémica activista sin conocimientos técnicos y con ingenuos planeamientos urbanos. Ella entendía las ciudades como ecosistemas, apostaba por el desarrollo de uso mixto, defendía las estrategias bottom-up (de abajo hacia arriba) así como la densidad equilibrada y la importancia de las economías locales. Es por eso que a día de hoy, sus escritos aún siguen cobrando especial importancia al ver los fracasos del urbanismo tradicional, apostando por el urbanismo activo, participativo y de proximidad.

Jane Jacobs, imagen cedida por Jane Jacobs documentary project

Su gran pasión era la vida urbana de las ciudades. En Nueva York, particularmente, fue donde comenzó a interesarse por el urbanismo, se casó con el arquitecto Robert Hyde Jacobs Jr. y consolidó su vocación como escritora y periodista. En 1961 se publicó su obra más conocida, Death and Life of great American cities (Muerte y vida de las grandes ciudades americanas), considerada como libro referente del urbanismo del siglo XX. En sus textos, Jacobs rescata la idea de la ciudad multifuncional y compacta, enfatizando la importancia de la calle, el barrio y las comunidades locales como elementos vitales para la cultura urbana.

La calle, tal como la entendía Le Corbusier y el urbanismo moderno, era un espacio vacío destinado para el paso de vehículos. Por el contrario, Jane defiende que la calle es una auténtica institución social donde las comunidades locales se fortalecen a base del intercambio y el diálogo. La recuperación de las calles es la base de todas sus enseñanzas. Alegaba que para intervenir en una ciudad, ésta se tiene que conocer en profundidad. Es importante preguntarse porqué unos parques funcionan mejor que otros, por qué hay calles vacías y otras repletas de gente, por qué la gente opta por sentarse en unas escalinatas frente a una calle comercial y no en los bancos públicos de la plaza, por ejemplo.

Todas estas cuestiones son las que los urbanistas, arquitectos y planificadores urbanos deben plantearse cuando diseñan las ciudades del mañana; es importante salir a la calle y establecer contacto con los usuarios para poder entender cómo funciona verdaderamente la ciudad. Quienes la planifican tienen que estar dentro de ella y vivirla, no diseñarla desde el otro lado. Tal como ella defendía, la privatización del espacio público no es la solución para nuestras ciudades; el espacio público hay que vivirlo ya que es el corazón de la vida urbana ya sea por su diseño, su uso y su gestión.

En una entrevista a la revista Reason publicada en 2001, Jacobs explicaba la naturaleza distintiva que toda ciudad debía poseer: "Debería ser ella misma. Cada ciudad tiene diferencias, desde su historia hasta su ubicación (…) Una de las cosas más tristes es ir a una ciudad y que sea igual que otras 12 que ya has visto. Eso no es interesante y tampoco sincero".

En aquel entonces, sus ideas eran totalmente innovadoras, apostando por la mezcla de usos, la densidad equilibrada, estrategias urbanas nacidas desde la base, la protección del patrimonio histórico y arquitectónico, la peatonalización de las calles, el fortalecimiento de las identidades locales, el diseño del espacio público…

Es hora de repensar la ciudad, la calle, la plaza, el punto de encuentro y los rincones de nuestras ciudades para poder humanizar el espacio y hacer, tal como Jane Jacobs quería lograr, una mejor ciudad.

Feliz 100 cumpleaños, Jane!

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Una señora increible
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