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Calder y mamá Roma

La escultura se puede contemplar estos días en el Museo Guggenheim Bilbao, en la muestra 'La escuela de París'.
La escultura se puede contemplar estos días en el Museo Guggenheim Bilbao, en la muestra 'La escuela de París'. Erika Ede. Museo Guggenheim Bilbao

ALEXANDER Calder y sus compañeros de la Liga de Estudiantes de Arte de Nueva York solían jugar a hacer dibujos rápidos de la gente en la calle o en el metro. El escultor norteamericano ya destacaba por su habilidad para plasmar el movimiento con una simple raya continua, lo que le dio la idea de la escultura con alambre. Tras su primer viaje a París, comenzó a hacer animales de juguete. Quien acostumbraba a reciclar objetos para sus obras había encontrado en las ruinas de la Roma antigua inspiración para ampliar la escala de sus trabajos. Creó Rómulo y Remo (1928) como un divertimento y la guardó en su estudio. En 1961, James J. Sweeney, antiguo director del Solomon R. Guggenheim, visitó al artista en su taller y descubrió maravillado aquella loba de más de tres metros de largo con sus dos gemelos. Desde entonces forma parte de la colección permanente en Nueva York.

Otras apuestas seguras de la semana:

1. Pasión flamenca por Pat Metheny. Santiago Lara pone compás a los temas del músico de jazz.

2. La fotógrafa que cautivó al mundo de la moda. Un libro recupera los trabajos más destacados de Louise Dahl-Wolfe.

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