Felipe R. Navarro, viaje de regreso
HACE casi veinte años, Felipe R. Navarro publicó un libro de relatos con un título premonitorio: Las esperas. Y ya no volvió a publicar. Su nuevo libro, Hombres felices, narra su viaje de regreso a la ficción. Si es que un escritor, aunque no publique, abandona alguna vez la ficción. Lo sucedido en ese largo silencio, la particular odisea de este autor malagueño, se cuenta a través de 18 relatos sobre el anhelo de felicidad. En ese viaje existencial y solitario de regreso a la literatura, el oleaje lo forman las preguntas que se suceden sin respuesta.
Y los monstruos a los que se enfrenta el autor son los sueños de la razón. Aunque no se llaman Polifemo, Escila o Caribdis, son igual de peligrosos, si no más. En esta novela se llaman Lucidez, Soledad, Obstinación, Desconcierto, Desazón, Vacío, Anhelo, Melancolía… Si bien en el perspicaz y amargo viaje literario que es Hombres felices hay asimismo Belleza, hay Humor, hay Ironía. La ficción, la buena ficción, está hecha de palabras y de silencios, y lo que se dice permite vislumbrar lo que se calla. Hay cosas que uno no puede contar porque no sabe, porque no puede, porque son demasiado dolorosas, pero el escritor siempre confía en que alguien será capaz de escuchar los silencios para hacer suya la historia y contarla de nuevo. Como en el viaje de Odiseo, lo que se narra en Hombres felices no solo atañe a sus protagonistas, sino a todos nosotros, enfermos de literatura, de vida.
Otras apuestas seguras de la semana:
1. Los talleres del lujo al alcance de todos. Louis Vuitton, Fendi o Dior abren las puertas de sus casas.
2. Madrid, reino animal. La ciudad acoge una exposición sobre la relación del hombre y la fauna.
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