"Yo soy neurocirujana autodidacta y lo que sé del 'celebro' lo aprendí en la calle"
LA doctora Ana Zafrán Bitxarracoak (Portugalete, 1966) lleva más de 25 años ejerciendo la neurocirugía en el hospital Virgen de Motown de Bilbao. No tiene estudios ni sigue los métodos de la medicina convencional. “Si te duele el celebro, te lo abres, empiezas a quitar y cuando encuentras lo que tiene el problema, lo dejas fuera. Así de fácil es esto”, argumenta.
¿Cómo puede ser que ejerza usted la medicina sin haber estudiado la carrera? Porque tengo mucha intuición. Cuando le abrí la cabeza a mi primo Chevis de una pedrada y vi toda la mandanga que había dentro pensé: esto no puede ser tan complicado.
Sorprende que le dieran un trabajo en un hospital sin credenciales ni preparación. La enfermedad que los médicos normales no saben curar se llama titulitis. Yo he triunfado por el bocaorejo, la gente me va recomendando porque soy seria y barata y sin miramientos. Me enseñas dónde te duele. Abro. Meto mano y no paro hasta que vuelve a funcionar todo normal. Y con los recortes, me llamaron del Virgen de Motown, y aquí estoy, con la consulta petada.
¿Tiene familiares médicos? ¿Algún maestro u orientador? Maestros los del cole. Y el párroco, que es muy buen hombre. Pero nada más. Mi padre era fontanero y mi madre era mujer.
No tiene ni idea de anatomía. Y dale. He hurgado en más cabolos que nadie. Me lo sé todo aunque no le ponga el nombre que sale en los libros. Yo ya me entiendo. El celebro tiene chicha blanda, chicha dura, granulito y socarrat. Y luego están los nervios gordos, los finos y los normales. Todos conectan con lo que yo llamo el mejillón, que mis colegas dicen que es la medusa espinar.
La médula espinal. ¿Es usted médico también?
No, soy periodista. Pues habla como ellos, oiga. Todo el día en élfico.
¿Se le ha muerto algún enfermo?. La gente se muere que es una barbaridad. Todos los días, los festivos también. Lo que no puedes hacer es plantarte en urgencias cuando estás fatal y esperar que te lo arreglen deprisa y corriendo. Yo quitaría esto de las urgencias porque la gente se acostumbra.
¿Algún paciente al que no haya podido curar por falta de competencias? Muchos. Pero por falta de competencias de ellos. Si me viene uno con aires, lo mando a paseo. No soy la madre Teresa de Cicuta. Al hijo del alcalde le quité el mejillón de un zarpazo y le dije: “Venga, vete a paseo, a ver cómo te las apañas”. Y luego al capullo lo hicieron concejal. ¡Sin mejillón!
¿Cuenta con un equipo de gente, con personal de apoyo…? Tengo mi figurita de san Pancracio, que me tiene la consulta llena. Por lo demás, me apaño bien sola. A veces le pido a mi cuñado la sierra circular, porque hay melones duros. Ya he pedido al hospital que compren una y me dicen que nanay. Y así va la sanidad en este país, señores míos. Que si no me arremango yo, apañados estamos.
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