Puertas al campo
La Europa de la solidaridad lleva ya construidos más de 1.200 kilómetros de muros, vallas y concertinas. La Europa que, con otros dirigentes, fue capaz de derribar el muro de Berlín, ahora se dedica a construir otros muros. Hemos pasado de ser un pueblo sin fronteras a los guetos, a los campos de refugiados y a las deportaciones. Primero, con el austericidio para los de dentro; ahora, con las puertas para los de fuera. Además de ser una política que acaba con el verdadero espíritu de la Unión que concibieron sus fundadores, es un tremendo error. Porque al campo no se le pueden poner puertas. Entrarán por otros sitios; entrarán de otra manera. Poner puertas al campo es una bestialidad, y al tiempo, una ignorancia.— Julio García-Casarrubios.
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