Niños ciegos recuperan la visión gracias a sus propias células madre
Un equipo de investigadores chino utiliza una técnica quirúrgica experimental que mejora los resultados del tratamiento convencional para las cataratas en menores de dos años
Hasta ahora, tratar las cataratas, la principal causa de ceguera en el mundo, consiste en una cirugía que retira la lente del ojo que ha quedado obstruida para cambiarla por una artificial. Un trabajo que se publica hoy en la revista Nature puede mejorar los resultados de estos enfermos, al menos en niños.
La cirugía que se aplica en la actualidad requiere una incisión en la cápsula de la lente que puede provocar problemas tras la operación debido a la inflamación y que destruye células madre del ojo que lo protegen frente a heridas. En los niños, el éxito de estos implantes es limitado debido en parte a que el ojo todavía está creciendo.
Ahora será necesario realizar un seguimiento a más largo plazo y con más pacientes
Un equipo liderado desde la Universidad Sun Yat-Sen de Guangzhou, en China, ha desarrollado una nueva técnica que, utilizando las células madre del propio paciente, permiten regenerar la lente del ojo con mejores resultados y menos complicaciones.
Los investigadores comenzaron descubriendo que las células madre de la lente que expresan los genes PAX6 y SOX2 se renuevan y se diferencian en células que pueden formar una estructura transparente que puede refractar la luz. Trabajando con ratones, observaron que la mutación del gen Bmi-1, que se expresa en las células madre de la lente, obstaculizaba la proliferación de estas células y provocaba la aparición de cataratas.
Finalmente, los científicos comprobaron que empleando una técnica que permite retirar la lente dañada manteniendo las células madre, era posible aprovechar su capacidad para regenerar una nueva lente. Así lo comprobaron en ratones y macacos y, por último, en 12 bebés de hasta dos años. Los autores del artículo de Nature explican que los pacientes se recuperaron de la incisión en la lente en un solo mes y que mejoró significativamente la visión. Según explica Kang Zhang, investigador de las universidades Sun Yat-Sen y de San Diego (EE UU) y uno de los autores principales del estudio, “esto significaría que si con el tratamiento anterior un paciente podría ver solo la E grande en una tabla optométrica [los carteles que emplean los oculistas], ahora podría ver hasta las letras más pequeñas”.
Para que el tratamiento se generalice pueden ser necesarios cinco años
Zhang reconoce que el número de niños que han participado en el estudio es demasiado pequeño y que el periodo de seguimiento es demasiado corto para asegurar que no vayan a aparecer complicaciones en el futuro. “Necesitaremos un ensayo para replicar los resultados con un mayor número de pacientes y más tiempo de seguimiento. Anticipo que pueden ser necesarios cuatro o cinco años antes de que esté disponible para todo el mundo”, afirma.
Aunque los investigadores creen que las células madre pueden mantener su capacidad regeneradora en adultos, existen importantes diferencias entre las cataratas en niños y en personas de más edad. Algunos de los tratamientos que requiere esta enfermedad en adultos puede dañar las células madre y las condiciones del tejido del ojo en adultos puede dificultar la regeneración.
Un ojo en miniatura
En un segundo estudio que también aparece esta semana en la revista Nature, un equipo de investigadores liderado por Kohji Nishida, de la Universidad de Osaka (Japón), ha utilizado también células madre para generar distintos tipos de tejido de ojo a partir de células madre humana. El estudio ha permitido recrear el desarrollo completo de este órgano. Además, Nishida y sus colegas tomaron células de córnea generadas y vieron que se podían cultivar y trasplantar en conejos para reparar su visión. Los responsables del trabajo consideran que podría sentar las bases para futuros ensayos clínicos en el que trasplantes de células similares se pudiesen utilizar para restaurar la visión.
Ángel Raya, director del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona, considera que ambos estudios tienen un gran interés, pero por distintos motivos. El liderado por Zhang “es más completo, porque va desde la investigación más básica hasta la prueba en humanos”. Respecto al segundo, se parece que su principal virtud no es que acerque los trasplantes de córnea. “Es interesante porque, aunque en una estructura pequeñita, genera varias partes del ojo”, explica Raya. Esta capacidad, permite “estudiar cómo se forma el ojo de manera normal”, añade. Y como se pueden generar células de cualquier persona, “las puedes generar de personas con una enfermedad para entender qué es lo que va mal en el ojo cuando se produce esa dolencia”, concluye.
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