Talentos globales
Leyendo el artículo de Muñoz Molina sobre el director de orquesta Pablo Heras-Casado he sentido una sana envidia hacia él
Carta de la semana: Talentos globales
Leyendo el artículo de Muñoz Molina sobre el director de orquesta Pablo Heras-Casado (El País Semanal, 7-2-2016), he sentido una sana envidia hacia él. En mi mente siempre estuvo su profesión, pero en aquellos años de la posguerra se pensaba que la música, como cualquier arte, era algo sin futuro. El franquismo no supo nunca de cultura ni la quiso cerca. Hoy seguimos viendo cómo se castiga el I+D, futuro del mundo nuevo que llega, y fuera se aprovechan de nuestros jóvenes. Adelante, Pablo, aunque ya no tengo edad, ¡qué envidia te tengo…!
César Moya Villasante. Madrid
La cultura cura
Las artes ennoblecen el alma humana, aunque algunos poderes políticos no lo entiendan así, instalados en la contracultura del recorte en las artes. En el Barroco, los claves recordaban en su tapa algo que hoy deberíamos rescatar: la música es compañera en la alegría y medicina para el dolor. En un artículo precioso de Miguel Ángel García Vega (El País Semanal, 7-2-2016), El poder sanador del arte, se afirmaba con rotundidad científica. Lo pude comprobar mientras escribía estas palabras desde mi habitación del hospital. Junto a una ventana con vistas.
José Antonio Cobeña Fernández. Sevilla
Una gran ambición
Interesante. Sorprendente. Explosivo. Atractivo. Inquietante. Así me ha resultado el reportaje que le dedicaba Nuria Barrios a la “ambición rubia” de Barbie en El País Semanal del pasado 31 de enero. Después de leerlo me ha quedado muy claro cuál es el origen de Barbie, cómo se construye esta leyenda de plástico de piernas kilométricas y cintura de avispa, cómo compite en el mercado y, sobre todo, cómo sobrevive.
La fórmula está muy clara: reinventándose. Que le hayan vestido los diseñadores más reconocidos del mundo no deja de sorprenderme. Y que se hable de responsabilidad social en un juguete, de inquietarme. Con este artículo me han brindado la oportunidad no solo de acercarme a la Barbie y a su industria, sino también de hacerlo de la mano de Nuria Barrios y de su manera de narrar la historia de la muñeca de Mattel. La conjugación de los verbos “menstruar” y “respirar” no sería posible en una Barbie de carne y hueso, como demuestra un estudio danés reflejado en el mismo reportaje. Y sin embargo, y a pesar de todo esto, hay algo tranquilizador. Un número: el 33.
Es el total de muñecas que compondrán el nuevo lanzamiento de la Barbie del siglo XXI. Ese cabello rubio y ese prominente busto se verá modificado por 33 tipos y estilos diferentes de muñecas. En resumen: la diversidad ha llegado a la Barbie y a las niñas que jueguen con ella P
Juan Antonio Márquez Izquierdo. Puerto de Santa María (Cádiz)
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