_
_
_
_
_

Fiesta en pareja

Reunimos a cinco parejas del mundo de la moda, el flamenco y la gran pantalla para celebrar la entrada de 2016

Virginia López Enano

La Tremendita canturrea en el salón Cervantes del hotel Palace de Madrid. Están maquillando a Rocío Molina y la cantaora espera su turno. El pelo de Rosario desprende raza. Es rizado, fuerte. Salvaje. Igual de intenso que el rostro de la bailaora, que, en cuanto está lista, se viste con un vestido negro y tacones. Y así, de gala, se lanza al suelo a hacer flexiones. Sin remilgos. “Es que, si no, no me puedo mover”. Sus piernas de mármol se clavan en el suelo, taconea y hace figuras con sus brazos. Se mueve incluso durante la sesión y arrea un par de latigazos a Rosario con las dos trenzas que le recogen el pelo. No es el primer golpe que se lleva la cantaora. “Una vez, durante una función, se dio la vuelta y me dio un tortazo… Yo me quedé cortá. Estaba cantando, pero me entraron ganas de llorar y to”.

El Palace está tranquilo mientras tanto. Solo deambula por sus pasillos algún empleado que, en pleno centro de Madrid, no chapurrea ni papa de castellano. Por las tripas de este microclima guiri han pasado para esta producción cinco parejas. Con una conexión entre ellas muy distinta. Chispeante, como la relación entre cantaora y bailaora. Inesperada, como la de Inma Cuesta y Leticia Dolera. En su último trabajo juntas no coincidieron demasiado. No se conocían de antes, pero conectan. A la actriz catalana se le ocurre que el mejor tema de conversación es la política, como si estuviera de tapeo en una terracita en vez de en una sesión de fotos. “Junts pel Sí, la coalición donde está Artur Mas, ganó las elecciones en Cataluña, pero sin mayoría absoluta”. Inma atiende. “Luego está la CUP, pero ellos no quieren a Mas de presidente”.

Leticia Dolera e Inma Cuesta.
Leticia Dolera e Inma Cuesta.Jordi Socías

Tampoco se conocían de antes Arturo Valls y Violeta Rodríguez. El vínculo entre ambos parece tener tintes paternales. La actriz, hija del director David Trueba, enseña una sonrisa que ocupa, fácil, un tercio de su rostro. La de Arturo no es tan luminosa, pero las bromas se le caen solas. Se sienta en el taburete del piano de cola que hay en medio del salón. Para que se le vea, le colocan un par de cojines sobre el asiento. “¿Más? Va a parecer que está Pau Gasol al piano”.

Mario Casas y Berta Vázquez –conocida por su papel en la serie Vis a vis– no se exponen tanto a la clientela del hotel. Ambos posan en el rincón de uno de los pasillos, plagados de espejos. Mario –que debutó en la gran pantalla de la mano de Antonio Banderas con El camino de los ingleses– se mira en ellos cada vez que pasa por delante, recreándose en su imagen de galán. Discretos y elegantes. La conexión entre ambos parece íntima y delicada. Intercambian susurros entre flases. “Así, pon esa mirada de Marlon Brando”, le piden. Mario ríe. “Me dicen mucho eso, todos los días”, bromea. La última de las conexiones, la de Arnaud Maillard y Álvaro Castejón, es equilibrada. Álvaro tiene la tranquilidad del agua. Observa recostado sobre el respaldo del sillón. Arnaud, la fuerza del aceite hirviendo. Se inclina hacia delante. Sus ojos emiten chispazos. Los diseñadores son los últimos en dejar atrás el rimbombante lujo del hotel madrileño. Ya nadie hace flexiones con traje de gala. Ni se escuchan espinosas conversaciones de política catalana por los pasillos, ahora en silencio. Por ellos solo deambula aquel empleado a quien parece aterrar la sola idea de que le interpelen en castellano.

elpaissemanal@elpais.es

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Virginia López Enano
Trabaja en el equipo de Redes de EL PAÍS. Ha pasado por varias secciones del periódico, como la delegación de Sevilla, Nacional o El País Semanal, donde ha escrito temas de música y cultura. Es Licenciada en Historia y Graduada en Periodismo por la Universidad de Navarra y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_