¿Por qué Kit Kat se llama Kit Kat? ¿Y por qué Toblerone, Toblerone?
Los diseños de las chocolatinas son rabiosamente pop. Y están de muerte. En la historia de sus nombres hay caballeros peleados, bailarinas parisinas o vaqueros
La máquina expendedora del trabajo está llena de ellas. Tienen envoltorios coloridos que protegen un interior repleto de chocolate (mmm… ¡chocolate!) que hace las delicias de los más golosos y los que no lo son tanto. Y es que a nadie le amarga un dulce: en 2014 se cosumieron en España 47.385 kilos de chocolate en tabletas, por encima de 2013, que fueron 46.810 kilos. Los nombres de las chocolatinas son ampliamente conocidos y reconocibles en las estanterías. Y son rabiosamente pop. Pero, ¿alguna vez te has parado a pensar de dónde vienen estos nombres o en la historia que hay detrás de ellos? Aquí te lo contamos…
KIT KAT
La historia detrás del pegadizo nombre de esta chocolatina se remonta nada menos que 300 años, en la City londinense. Allí, un cocinero llamado Cristopher Kit Catling preparaba cada día sus deliciosos pasteles de cordero que los gentleman del lugar apodaban “Kit Catts” en su honor. Debía de ser tanta y tan buena su fama, que un grupo de estos caballeros ingleses que se reunían todos los jueves en un salón cercano para poder cenar dichos pasteles, decidió renombrar su pequeño club de reuniones en su honor, creando así el¨Kit Cat Club¨. Entre los asistentes se encontraban varios miembros de Rowntree´s, una empresa chocolatera, que, en 1935, comenzó a comercializar estas chocolatinas de cuatro barras con el nombre de “Rowntree´s Chocolate Crisp”. No obstante, Rowntree´s había registrado el nombre de Kit Cat como marca comercial en 1911, lo que facilitó que dos años después de aparecer la chocolatina, en 1937, adoptase el nombre del viejo maestro pastelero. Ya solo faltaba cambiar la C de Cat por una K, y anunciarla a bombo y platillo hasta convertirla en una de las chocolatinas más vendidas del mundo.
MARS
Su nombre en inglés significa "Marte" y aunque esta coincidencia fue incluso utilizada en algunos eslóganes publicitarios (“Earth!: what you'd eat if you lived on Mars" -"¡Tierra!: Qué comerías si vivieras en Marte"- o "Out of this world!" -"¡Fuera de este mundo!") en realidad el porqué del nombre de esta chocolatina nacida en 1932 es mucho más sencillo: se llama como su padre. Es decir, como Forrest Mars (Minnesota, 1904-Florida, 1999), hijo del también fabricante de dulces Frank C. Mars (Minnesota, 1883-Maryland, 1934), y miembro de una larga dinastía de chocolateros… o bueno, de empresarios, y multimillonarios gracias a los enormes beneficios de la empresa Mars Inc. Eso sí, diferentes puntos de vista acerca de cómo llevar la empresa han provocado durante su larga historia algunos conflictos entre familiares y accionistas. No todo es dulce en el hogar del chocolate…
SNICKERS
Otra chocolatina inventada por uno de los hijos de la familia Mars, fruto de la relación del patriarca Frank C. Mars y su mujer Ethel. Allá por 1930 se dio forma a esta barrita de chocolate con leche, avellana y cacahuetes. Aunque literalmente Snickers significa “risitas”, de nuevo la explicación del nombre difiere de la primera impresión. Una vez más, corresponde a un miembro de esta poderosa familia. ¿Qué quién se llamaba ¨risitas”?, la mascota preferida de Ethel: un caballo de carreras que murió dos meses antes de que el dulce se comercializase de manera masiva.
TWIX
No está excesivamente claro el porqué del nombre de esta chocolatina, pero recuerda en cierta forma a un juego de palabras con el anglicismo Twin (gemelos) que perfectamente podría encajar con el hecho de que en un Twix encontramos dos barritas idénticas de chocolate rellenas de caramelo fundido (aunque existen versiones posteriores con una sola barrita). Lo que sí conocemos con seguridad es que en la Europa Continental, esta chocolatina recibió el nombre de “Raider” hasta 1991, cuando una campaña publicitaria anunció “Raider ahora se llama Twix… nada más cambia”.
M&M´s
“Se derriten en tu boca y no en tus manos”, decía el anuncio. Y es cierto, o por lo menos era la intención de su creador, de nuevo Forrest Mars, cuando copió la formula de los smarties que veía comer a los brigadistas internacionales británicos que vinieron a España a luchar contra el fascismo. Su intención era precisamente que los soldados pudiesen llevar estos pequeños dulces de colores cómodamente en sus campañas y comerlos sin que se hubiesen derretido previamente en una época en la que desgraciadamente la guerra era omnipresente. La historia de su nombre es bastante menos espectacular: Frank Mars se asoció con Bruce Murrie, que además de proporcionarle acceso al mercado del chocolate, racionalizado por aquel entonces, puso la segunda M a los M&M´s.
TOBLERONE
“Mi abuelo era francmasón. El triángulo podría ser una ilustración de esa pertenencia porque para ellos esa forma simboliza la llama”. Así explicaba Andreas Tobler, nieto del creador de la famosa chocolatina Toblerone, Theodor Tobler, el origen de la forma piramidal de este dulce suizo que fue creado en 1908 por su abuelo y el primo de este, Emil Baumann. La ya mítica chocolatina centenaria, cóctel de chocolate, miel y almendras, obtiene su nombre de la mezcla entre el apellido de su fundador (Tobler) y la palabra Torrone (turrón en italiano, con el cual comparte todos los ingredientes). Pero si bien el nombre es bastante lógico, el resto de la imagen de la marca está rodeada de incógnitas. Previamente a la explicación de Andreas se barajaban dos hipótesis diferentes. Una, que su forma triangular estaba inspirada en el monte Cervino (Matterhorn), uno de los picos más altos de los Alpes. Y la segunda , que se había inspirado en las bailarinas de Folies Bergères de París, que durante el baile se alineaban en forma de pirámide. ¿Qué teoría es cierta? No parece que este entuerto vaya a ser resuelto, pero lo que está claro es que Toblerone se ha convertido en la compra de última hora para muchos en el Duty Free, además de ser uno de los chocolates suizos más vendidos (en 2007 batió su propio récord al fabricar 7.000 millones de paquetes). Y si alguno no se había dado cuenta, en la montaña de su logotipo se esconde un oso de Berna (por si la historia no era ya difícil de entender).
AFTER EIGHT
La siguiente chocolatina podría parecer una de las más antiguas del mundo debido a su estética sobria, pero After Eight fue lanzada en el año 1962 por la marca británica Rowntree´s, que producía las famosas láminas de chocolate en su fábrica de Castleford (West Yorkshire). En 1988 esta empresa fue adquirida por Nestlé. A pesar de que podría asociarse a una de las que sin duda es una de las costumbres británicas más populares (la hora del té -afternoon tea-), este chocolate fue creado para consumir pasadas las ocho de la tarde (no hace falta ser bilingüe para entender su significado), justo después de la cena, siempre y cuando adoptemos el para nosotros tan intolerable horario de comidas europeo. A pesar de que en la actualidad After Eight se comercializa en 30 países diferentes, su combinación de intenso chocolate negro y menta entra dentro del listado de combinaciones no bien acogidas por el paladar de cualquiera.
CHOCOLATE KINDER
Si nos parasemos a pensar en la marca de chocolate de referencia de nuestra infancia o adolescencia a más de uno le vendría rápidamente la imagen de Kinder a la cabeza. Con la filosofía de “reunir a padres e hijos ofreciéndoles momentos para compartir alegría y sabor” la marca Ferrero encontró un filón. Michael Ferrero, artífice de Kinder (término que significa "niños" en alemán), creó entonces en 1968 Kinder Chocolate: la tableta para niños, con riquísimo chocolate y leche. Su división en pequeñas porciones permitía a las madres dosificar la cantidad a la hora de la merienda. A lo largo de su historia, Kinder ha ido creando diferentes chocolatinas de formas y sabores diferentes que han dejado cubiertas todas las etapas de los más pequeños. Las más conocidas, junto a Kinder Chocolate, son Kinder Sorpresa, que revolucionaron el mercado en 1974 con su forma de Huevo de Pascua y un juguete en su interior; y Kinder Bueno, pensado para los ya adolescentes. Como anécdota curiosa está la del niño que aparecía en la publicidad de Kinder (Guenter Euringer, 1963), quien disfrutó de ser la imagen de la marca hasta que en la adolescencia tomó tanta fama que era reconocido por la calle. En 2005 Gunter publicó su biografía, titulada El niño del chocolate, donde criticaba su experiencia con la firma italiana.
HUESITOS
En 1862 (se dice pronto), Francisco Hueso creaba una empresa familiar dedicada a la producción de chocolates y sus derivados. Aún pasarían 100 años hasta que naciese su producto más reconocido: los famosos Huesitos, que se convirtieron en un manjar para varias generaciones de niños desde el final de la dictadura franquista. Aunque el nombre deriva del diminutivo del apellido de su creador, existe otro factor importante en el afianzamiento del nombre Huesitos en el imaginario colectivo. Fue gracias a su campaña publicitaria televisiva: era un niño de una tribu africana que lo anunciaba con el eslogan: “¡Eso…eso…chocolates hueso”; y sujetaba su cabello con un hueso atravesado de lado a lado. Tras las últimas operaciones empresariales, en la que la producción española de la chocolatina en cuestión peligró, parece ser que finalmente quedan Huesitos para rato.
DAIRY MILK
Y si Chocolates Hueso tienen años, qué decir de Dairy Milk, una de las decanas de la industria chocolatera en el mundo, y reconocida a nivel internacional como sinónimo de calidad (y sin ser suiza…). En 1824, John Cadbury abría una tienda artesanal de chocolate en la legendaria Bull Street de Birmingham, Inglaterra. La marca crecía a la par que la metrópoli industrial, y pronto se hizo con el primer puesto como productor nacional de cacao. Uno de sus secretos fue, sin duda, sus exclusivas recetas añadiendo leche de vaca a su amplia variedad de granos de cacao. Pese a que los suizos dominaban el mercado del chocolate con leche, Cadbury creó en 1905 la chocolatina con más cantidad de leche incorporada, “un vaso y medio en cada tableta”, según rezaba la publicidad. El sabor era delicioso, y ya solo faltaba un buen nombre con el que comercializarla. Tras barajar algunos como “Jersey”, “Highland Milk” o “Dairy Mid”, la solución vino de la mano de la hija pequeña de un cliente, que con la sencillez de la infancia propuso Dairy Milk (algo así como “leche fresca”).
MILKYBAR
En 1936 la compañía Nestlé decidió que era el momento de incrementar su ya por aquel entonces importante línea de productos y lanzó Milkybar (conocida como Galak en algunos países), en la que el chocolate blanco era el protagonista. La nueva tableta de Nestlé, que en España no cataríamos hasta 30 años después, estaba elaborada con ingredientes naturales, entre ellos manteca de cacao y leche, y fue presentada como ideal para su consumo tanto en el desayuno como en la merienda. A través de una exitosa y muy acertada campaña de publicidad, Milkybar ha conseguido estar siempre entre los primeros puestos del ranking de marcas de chocolate blanco más consumido. Al igual que en el caso de Kinder existe un niño Milkybar (The Milkybar Kid), que en 2011 celebró su 50 cumpleaños. Las aventuras de Milkybar Kid, caracterizado generalmente como un vaquero del cine del oeste con unas enormes gafas circulares que le daban un toque mucho más cómico, han sido narradas en diferentes anuncios de televisión, en los que The Milkybar Kid hacia frente a algún desafío. "¡Milkybars are on me!", proclamaba siempre a los cuatro vientos una vez rematada la faena, para después proceder a repartir las chocolatinas entre sus amigos.
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