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El laberinto subterráneo de los cenotes

El agua de lluvia en contacto con el aire y con los restos vegetales se vuelve ácida y va disolviendo las rocas calizas formando estas cuevas

En México, uno de los destinos turísticos más importantes es la Riviera Maya. Se trata de una zona costera situada al Este de la Península de Yucatán. Algunas de sus ciudades más conocidas son Cancún y Playa del Carmen.

El turista que durante el verano viaja a la Riviera Maya tiene bastantes probabilidades de que durante su estancia haya de soportar algún que otro aguacero puesto que entre junio y noviembre es la época de lluvias.

Durante estos meses caen una buena parte de los 1.200 milímetros anuales de precipitación, una cantidad muy importante que se presenta concentrada en cinco meses. A pesar de ello, curiosamente, en la península de Yucatán no hay ríos.

La peculiaridad de los cenotes es que están conectados unos con otros formando sistemas de cavidades muy complejos y de grandes dimensiones, a menudo de bastantes kilómetros

El único curso fluvial permanente es el río Hondo, que recorre la frontera entre Belice y México y cuya agua procede de las montañas de Guatemala. Esto se explica porque toda la península es muy llana y el suelo es calizo y poroso, lo que permite que la lluvia se filtre muy rápidamente.

Esta agua en contacto con el aire y con los restos vegetales se vuelve ligeramente ácida, lo que va disolviendo las rocas calizas. Es un proceso muy lento pero que con el tiempo es capaz de formar grandes cuevas como las que se hallan en toda la península del Yucatán.

Allí, la mayor parte del agua de la lluvia penetra hacia el subsuelo y se acumula en estas cavidades formando grandes acuíferos y ríos subterráneos, muchos de los cuales circulan cerca de la superficie. Además, en zonas próximas a la costa incluso el agua de mar penetra en estos acuíferos. Cuando esto ocurre, la diferencia de densidad entre el agua dulce y la salada hace que no se mezclen y se mantengan como capas líquidas separadas.

Actualmente hay registrados más de 2.000 cenotes, pero su número real es mucho más elevado, seguramente muy superior a los 7.000

En muchos puntos, el techo de estas cavidades ha colapsado y caído formando aberturas que comunican con el exterior, dando lugar a pozos y pequeñas lagunas naturales que reciben el nombre de cenotes.

Actualmente hay registrados más de 2.000 cenotes, pero su número real es mucho más elevado, seguramente muy superior a los 7.000.

Los antiguos pueblos y ciudades mayas se establecieron cerca de los cenotes puesto que eran los únicos puntos donde encontraban suministro de agua potable.

Estas cavidades y cuevas no son exclusivas de la península de Yucatán puesto que la disolución de las rocas calizas es el origen de muchas cuevas en todo el mundo. La peculiaridad de los cenotes es que están conectados unos con otros formando sistemas de cavidades muy complejos y de grandes dimensiones, a menudo de bastantes kilómetros de longitud. Un buen ejemplo es el río subterráneo Sac Actún, del que ya se conocen más de 150 kilómetros de recorrido.

Los antiguos pueblos y ciudades mayas se establecieron cerca de los cenotes puesto que eran los únicos puntos donde encontraban suministro de agua potable

A pesar de su gran interés geológico, cultural e histórico, lo que ha dado fama mundial a los cenotes ha sido su explotación comercial puesto que se han convertido en un gran atractivo para turistas. Rodeado por inmensos árboles el visitante tiene la oportunidad de bañarse y de hacer esnórquel en medio de la selva, mientras que los buceadores pueden hacer pequeños recorridos para contemplar las maravillas naturales que ofrece el interior de los cenotes.

Llegados a este punto, hay que recordar que con la certificación de buceador deportivo en cavidades y cavernas solo se puede bucear en puntos desde los que siempre se vea la luz exterior, que no disten más de 50 metros de la entrada y siempre hay que ir acompañados de un guía con la titulación adecuada y que sea un experto además de un buen conocedor de la zona. Quién realiza imprudencias se expone a grandes riesgos. Solo pueden ir más allá quienes tengan la certificación de espeleobuceador.

Una recomendación para los miles de turistas que anualmente se zambullen en las aguas de los cenotes: para evitar la contaminación química de esta agua hay que evitar utilizar protector solar, cremas corporales y repelentes de insectos antes de bañarse.

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