Estudiar en Portugal y trabajar en Inglaterra

Si sus fruteros son paquis; sus camareros, manolos y sus fontaneros polacos, lo último en Inglaterra es contratar enfermeros portugueses. El NHS, el servicio público de salud, se nutre de licenciados lusos gracias a promesas salariales superiores a los 4.000 euros.

El último gancho de la firma de recursos humanos S24Group para atraer candidatos es regalar una semana en un hospital de Londres para vivir la experiencia antes de decidirse por el trabajo.

No es que sobren sanitarios en Portugal, todo lo contrario. Según su sindicato profesional se necesitan en los servicios públicos 25.000 enfermeros más de los que hay. El problema es el salario, que en muchas ocasiones no llega a los 1.000 euros. En agosto, estos profesionales han realizado huelgas por los hospitales públicos del país para exigir mejores condiciones laborales. Piden un horario de 35 horas semanales y un aumento salarial superior al 17%, que les ofrece el Gobierno.

Cada año se licencian en Portugal 3.000 enfermeros, que no encuentran trabajo o el que se les ofrece es precario. Así que después de una formación de cuatro años, que, según el Colegio de Enfermeros, cuesta a las arcas públicas unos 25.000 euros, los nuevos licenciados deciden emigrar, principalmente a Inglaterra, Bélgica, Francia y Alemania. Solo en este primer semestre, cerca de un millar de sanitarios rellenaron la solicitud para trabajar en un país comunitario. En los últimos seis años, más de 13.000. Aunque al final, no todos dan el paso, se estima que hay más de 3.000 enfermeros portugueses trabajando en Inglaterra, donde el sueldo puede llegar a cuatriplicarse.

El enfermero portugués es un símbolo de la diáspora de talento juvenil de este país desde que se inició la crisis. En agosto, aprovechando las vacaciones, recorre Portugal la Orquesta XXI. Son 60 músicos que solo tienen dos cosas en común: todos son portugueses y todos trabajan en el extranjero.