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LEÑA
Columna
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El éxodo apátrida

La discriminación es el pan de cada día de la comunidad haitiana en República Dominicana

Naciste en Santo Domingo. Tu padre es haitiano y tu madre dominicana. Hablas español y conoces algunas palabritas en creol. Fuiste a la ­escuela y sacaste notas excepcionales, y ahora te has ganado una beca para estudiar en México. Cuando vas a sacar tu pasaporte para poder ­realizar el viaje te lo niegan. Tu apellido es haitiano y, por tanto, se sospecha que estás en suelo dominicano de manera ilegal. Les muestras tu acta de nacimiento y te la retienen, y “si sigues jodiendo te mandamos pa’ Haití”.*

Ese ha sido el paisaje legal de muchos jóvenes dominicanos en los últimos 10 años, y esa deportación ya no es amenaza, sino presente. Más de 180.000 haitianos e hijos de haitianos que no lograron regularizar su estatus en el plazo establecido enfrentan el regreso forzado a un Haití en el que no los espera nadie, ni familia ni amigos, porque muchos de ellos, ancianos ya, llevan décadas en República Dominicana trabajando como mano de obra por mucho menos de lo que cobraría un nacional. Muchos otros, los hijos y nietos de estos ancianos, son dominicanos sin ninguna conexión cultural con Haití a quienes se les ha confiscado la nacionalidad.

La palanca que ha facilitado esta limpieza étnica tiene fecha. El 23 de septiembre de 2013, el Tribunal Constitucional dominicano ordenó desnacionalizar a todos aquellos nacidos de “extranjeros en tránsito”, es decir, trabajadores haitianos. La orden fue dictada en el caso de la dominicana Juliana Deguis Pierre, de 29 años, a quien la Junta Central Electoral le negaba duplicados de su acta de nacimiento desde 2007. La escritora estadounidense de ­ascendencia haitiana Edwidge Danticat dice en un artículo en The New Yorker que la discriminación es el pan de cada día de la comunidad haitiana en República Dominicana, el problema es que ahora esa discriminación es ley.

* Fuentes del gobierno dominicano aclaran que no se están realizando repatriaciones forzadas de haitianos sino regresos voluntarios.

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