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Los menores de 35 años usan la creatividad para llegar a fin de mes

El sueldo medio en esta franja de edad es de 590 euros al mes, según la Agencia Tributaria

Giovanni Carbone pasea a su perro y a Battiata por el barrio de La Elipa.
Giovanni Carbone pasea a su perro y a Battiata por el barrio de La Elipa.EDP

Giovanni Carbone, de 31 años, estudió Ciencias Ambientales pensando que con una carrera, como le dijeron sus padres, su vida sería más fácil. No tendría problemas para encontrar trabajo y cobraría un salario digno. Nació en Lecce, Italia, y se instaló en Madrid hace cuatro años para buscar una oportunidad laboral que en su país no encontraba. Pero su sueño tampoco ha sido posible en España. El italiano trabaja como camarero en un hotel de lujo y en sus ratos libres pasea a perros, por ocho euros la hora, para llegar a fin de mes.

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La precariedad laboral que sufren los jóvenes, con un sueldo medio de 590 euros al mes, según datos de 2013 de la Agencia Tributaria, se traduce en el encadenamiento de trabajos temporales, contratos de pocas horas y sueldos mínimos. Carbone gana como camarero unos 500 euros mensuales, pero depende de cuántos días lo contraten a la semana. "Lo mismo hago dos horas semanales que 40. Menos mal que con lo de los perros me saco unos 200 euros todos los meses y puedo contar con ese dinero".

La creatividad se ha apoderado de la vida de muchos menores de 35 años para pagar las facturas a fin de mes. Al igual que Carbone, la vida de María Hernández no es más sencilla y ha tenido que buscarse unos ingresos adicionales. Finalizó los estudios de Pedagogía, intentó trabajar en algún colegio y su primer contrato laboral terminó siendo en unos grandes almacenes. Ahora lleva tres años vendiendo seguros, por 800 euros al mes, y para subsistir decora cajas de madera que recoge de los puestos del mercado.

"Llevo ocho meses decorando cajas y las cobro a 20 o 30 euros, en función del tamaño", explica Hernández, de 28 años. La venta de los envases funciona por el boca a boca y ella corre con todos los gastos de transporte y logística. "Al final es gente cercana quien me pide que le haga alguna. He vendido unas 50 en los ocho meses que llevo con esto", destaca. Según datos del INE de 2013, el 62% de los menores de 35 años recurre al empleo a tiempo parcial por no encontrar un trabajo indefinido.

Hernández vive en un piso compartido con su novio y un chico más. Le encantaría vivir a solas con su pareja, pero el dinero es insuficiente. El sueldo que tiene apenas le da para pagar el alquiler, el transporte y la comida. Incluso ha puesto en marcha un huerto, en el que cultiva lechugas y tomates, en un pequeño balcón de su casa para ahorrarse unos euros en la compra.

La visión del futuro laboral de Hernández y Carbone dista bastante entre ellos. El joven italiano no pierde la esperanza y anhela que los sacrificios que hace le lleven al éxito. En cambio, la vendedora de seguros lo ve todo mucho más negro. Considera que es la sociedad la que le ha obligado a desvincularse de su carrera profesional. "Tus padres invierten dinero en tu educación y la única aspiración que tienes al final es un trabajo con el que sobrevivir, sin importar de qué", se lamenta.

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