La interesante evolución de la palabra que lo está petando
Gracias a los vericuetos del lenguaje, un término del siglo XVIII como "petar" se ha convertido en jerga en el XXI
Una de las distinciones entre lenguas se da entre las que están vivas y las que ya han muerto. En las segundas es imposible encontrar palabras nuevas, permanecen estancas, inalterables al paso del tiempo, contenidas en los libros que los autores de hace siglos llenaron, o desaparecen con sus hablantes cuando no tienen expresión escrita. Pero las primeras, como todo ser que respira y anda por el mundo, evolucionan, cambian, adquieren nuevos vocablos. Y si hay uno que lo está petando en la nuestra es claramente petar. Esa canción lo está petando, lo vas a petar con esa camiseta, estoy que lo peto... y ya, como colmo del modernismo, este hashtag lo petará en Twitter. ¿De dónde viene esta palabra?
Desde el Instituto de Lexicografía de la Real Academia Española explican que la vigésimo tercera edición del diccionario ya incluye el término con las acepciones de “agradar” y “estallar o explotar”. “Los diferentes significados se han generado en el catalán, por lo que el español se limita a tomarlos prestados”, contestan en un correo electrónico.
En los corpus de la Real Academia Española se documenta petar por primera vez en 1792, en el volumen Crotalogía o ciencia de las castañuelas, de F. A. Florencio, donde se dice "tiene un tufillo de novedad y rareza que no se puede dudar que petará á toda casta de ingenios y de gustos” y entra en la DRAE en 1817, en su quinta edición. En ambos casos tiene el significado de 'agradar, complacer'.
Si en un concierto un grupo nunca lo había petado como hasta ahora, queriendo decir que nunca habían llenado tanto, adquiere ese significado de triunfar.
En el diccionario del 1788 del jesuita Esteban Terreros y Pando se recoge “petar” como asturianismo equivalente a “dar un golpe”, acepción que también tiene en gallego, donde se usa para, por ejemplo, petar na porta (llamar a la puerta). En 1936 se incorpora ya al de la Real Academia con equivalente a “golpear” y en 1985 entra en el diccionario una nueva acepción de “petar” como “disparar petardos”. De ahí puede venir el sentido actual de “explotar”, “estallar” (“petarse de la risa”). La Academia tilda “petar” con la abreviatura “fam.”; es decir, que forma parte del lenguaje familiar, no de la lengua general, lo que hoy se diría coloquial.
El lexicógrafo José Ignacio Pérez, de la universidad de A Coruña, cuenta que como “golpear” la documentación más antigua que ha encontrado es en Valle Inclán, con oraciones como “están a petar” o “petar en la ventana”. Estos usos siguen siendo muy comunes en gallego. Sobre “apetecer o agradar”, con frases al estilo de “giras cuando te peta”, “compartir, si le peta”, lo documenta desde comienzos del XIX, en gente como Ramón de la Cruz o Juan Valera, y se conserva hasta nuestros días.
En 1936 se incorpora ya al de la Real Academia con equivalente a “golpear”.
“La segunda acepción de este segundo petar ['estallar o explotar'] está documentada muy recientemente”, continúa su contestación. Como es un verbo recogido del catalán, tiene sentido que “la primera aparición” que ha localizado sea en el cronista de Barcelona Eduardo Mendoza: "Te vas a petar de risa, con perdón", "Miquel iba a petar cualquiera de estos días", con el significado de “iba a estallar, reventar”. “A partir de ahí es fácil entender el sentido 'lleno, a rebosar' que ofrece en otros textos como 'El Champion está a tope, petado', 'la tripa petada', 'el culo petado de todo', 'los ordenadores acaban petándose'”. Por extensión, se acaba llegando al sentido actual. Si en un concierto un grupo nunca lo había petado como hasta ahora, queriendo decir que nunca habían llenado tanto, adquiere ese significado de triunfar.
Entre los entrevistados, nadie se atreve a decir el motivo de su éxito como palabra. Puede que sea una cuestión de innovación idiomática. Si el último significado que ha adquirido petar es el de triunfo, es lógico que la esté petando.
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