Del trabajo, a una cita
Un día de infarto y de repente un compromiso, una fiesta o un encuentro inesperado Roberto Siguero, de Lâncome, enseña como sofisticar un maquillaje con trucos sencillos
Como el célebre conejo de Alicia en el país de las Maravillas, corremos de un lado a otro durante el día perseguidos por el tic tac del reloj. Los niños al cole, la compra para surtir la apocalíptica nevera, la reunión con el jefe, la entrevista de trabajo, el examen que ha dejado huella después de una noche de pocas horas de sueño…, y así hasta el infinito.
¡Menos mal que no todo son obligaciones! Por fin llega el momento de tomar una cerveza con los amigos, ver a ese chico en el que ha estado pensando todo el día o ir a una fiesta. A lo mejor tiene que ver con su profesión, pero al menos se trata de un entorno algo más lúdico. Aún en este momento puede existir un impedimento: ¿Cómo acudir a una cita sin pasar por casa, después de haber sobrevivido a un día de infarto? Las estilistas de moda apuestan en este caso por los complementos; un collar y unos zapatos de tacón despampanantes son capaces de conseguir grandes resultados. Pero, lamentablemente, esta artimaña no arregla el aspecto del rostro.
Roberto Siguero, director de maquillaje de la firma Lancôme, ofrece algunos trucos para cambiar un discreto maquillaje de día por un elegante look más adecuado para la noche con pequeños retoques que no exigen desmaquillarse por completo y empezar de cero.
Toques de iluminador en zonas claves, más intensidad en los ojos y unos labios subidos de tono, son capaces de lograr una imagen impactante. Los pinceles son todo suyos, ponga manos a la obra.
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