Fueron tomados como botín de guerra, despojados de sus identidades y entregados, en su mayoría, a familias afines al régimen militar argentino, entre 1976 y 1983. Este domingo, en El País Semanal , cuatro hijos de asesinados narran cómo afrontaron su nueva vida entre dos familias, tras ser recuperados por Abuelas de Plaza de Mayo
Mural de los desaparecidos en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), el centro de detención y tortura de la dictadura militar argentina.Mariana ElianoRetrato de Ignacio Montoya Carlotto, nieto de Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas Plaza de Mayo.Mariana ElianoParque de la Memoria en Buenos Aires (Argentina), donde están los nombres de los 30.000 desaparecidos de la dictadura.Mariana Eliano