Arte e información
Hay quien coloca una frontera intransitable entre ambos conceptos y hay quien la reduce a una línea imperceptible
Existe, entre el fotoperiodismo y la fotografía artística, una querella similar a la establecida entre el texto que llamamos literario y el informativo. Hay quien coloca una frontera intransitable entre ambos y hay quien la reduce a una línea imperceptible. Pero si de lo que se trata es de tomar partido, conviene manejarse con ejemplos prácticos. Un día de trabajo, el célebre texto de Truman Capote aparecido en Música para camaleones, ¿qué es, un cuento o un reportaje? Personalmente (de qué otro modo, si no) lo leería como un reportaje si arriba pusiera reportaje o como un cuento si arriba pusiera cuento. He ahí un caso en el que los límites se confunden. Los hay a decenas, pero no tenemos espacio.
¿Qué diríamos de la fotografía que hoy nos ocupa? ¿Es artística o informativa? ¿Puede ser artística una fotografía informativa o informativa una fotografía artística? Parece que sí. Pero fijémonos en esta: ¿pertenece a la primera o a la segunda categoría? Dependerá del contexto en el que se publique. Originalmente pertenecía a un reportaje, teñido por una polémica que no viene al caso, sobre la ciudad de Charleroi. Pero lo que yo digo es que si aquí no hay arte (si no hay mirada o representación), ¿dónde lo hallaremos? Hagan ustedes un experimento: recorten un papel del tamaño de la puerta, tapen con él la figura humana y, tras dejar que sus ojos vaguen unos minutos por el lúgubre contexto, levanten el papel y analicen los efectos que les provoca esa explosión de carne, aunque también de sonrosada luz. Esa disparidad aparente es arte. E información.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.