Junqueras insta a Junts a apoyarse mutuamente en los avances arrancados en la negociación con el Gobierno central

Oriol Junqueras ha cerrado este domingo en Martorell (Barcelona), el congreso número 30 de la formación que lidera, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). En su discurso, centrado principalmente en la amenaza que representa el auge de la extrema derecha, también ha tenido espacio para temas más domésticos. Aprovechando la presencia del secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Turull, le ha interpelado a apoyarse mutuamente en los avances que cada una de las formaciones le logre arrancar al Gobierno de Pedro Sánchez en sus negociaciones en Las Cortes. En plena negociación para evitar la huelga de los trabajadores de Renfe, Junqueras ha calificado de “tercermundista” el servicio ferroviario en Cataluña.

“Salimos a celebrar y nos duele cuando otras fuerzas políticas consiguen un acuerdo u que aumenta las cotas de poder de nuestro país. Esta referencia iba para mi amigo Turull”, ha dicho Junqueras en la intervención final, ante representantes de otros partidos políticos y de cabezas visibles de diferentes entidades. “Ya nos pelearemos después cuando se aplica, pero nosotros los celebramos”, ha apostillado el líder republicano. La petición de Junqueras llega justo cuando sobre la mesa están tanto la quita de la deuda autonómica acordada por ERC como la delegación de competencias de inmigración que Junts ha logrado cerrar con el Gobierno. Ambos compromisos derivan del pacto para investir a Pedro Sánchez. Mientras que los del partido de Puigdemont fueron más tibios a recibir el acuerdo de los republicanos -ha tenido que salir el propio expresident y líder de la formación a decir que la veía con buenos ojos-, en ERC el discurso oficial ha sido de apoyo desde el minuto uno.

Ambas formaciones, que han tenido en el Congreso su foco de mayor confrontación política en los últimos años, están atadas una a la otra de cara a la aprobación de leyes que hagan posible ambos acuerdos. Junqueras, Puigdemont, la número dos de ERC, Elisenda Alamany, y Turull se habían reunido en enero en Waterloo de cara a intentar engrasar la relación y la asistencia del secretario general de Junts al cierre del congreso de los republicanos ha dejado en evidencia la voluntad de cierta sintonía. El líder de ERC, por otro lado, prácticamente ha ignorado a otra de las invitadas, la número dos del PSC, Lluïsa Moret.

Tanto Junqueras como Alemany, que le ha precedido en el uso de la palabra, han tenido espacio para lanzar sendos reproches al servicio de Rodalies. Unas críticas que llegan un momento clave, tanto porque se aproxima la fecha límite para poner en marcha la empresa mixta Gobierno Generalitat que ha de gestionar el traspaso de la infraestructura y gestión ferroviaria como por la amenaza de huelga de los trabajadores. “No merecemos un servicio tercermundista”, ha dicho el exvicepresident. “Tenemos un país muy moderno e innovador pero que es incapaz de que los trenes lleguen a tiempo”, ha lamentado la número dos de los republicanos.

El congreso de ERC se ha saldado con la aprobación de los tres documentos congresuales con porcentajes aplastantes de aceptación (más del 89%) pero donde la votación a duras penas a superado el 50% de los inscritos para participar en la asamblea (uno 1.200 en total). Junqueras, además ha logrado desarmar a sus críticos, que han evitado dar la pelea en la votación de las enmiendas. Además, ha logrado reavivar la polémica por la responsabilidad de los encargados de la comunicación en la anterior dirección en la campaña de los carteles vejatorios contra los hermanos Maragall.