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El arte del ‘eyeliner’

El delineador ha sido fiel aliado de Cleopatra, Greta Garbo y Amy Winehouse. Antes reservado a las grandes ocasiones, ahora se impone en la vida diaria

Chanel.
Chanel. vicent lappartient

La seductora reina de Egipto, además de bañarse en leche de burra, maquillaba sus ojos con líneas negras que dibujaba hasta las sienes. Cleopatra utilizaba polvo de hormigas machacado y mezclado con pigmentos de arcilla. Desde entonces, los laboratorios cosméticos han mejorado notablemente la formulación, pero el trazo permanece.

En los años treinta y cuarenta, Marlene Dietrich y Greta Garbo fueron la antesala de la evolución que surgió en los cincuenta con Marilyn Monroe –que lo utilizaba para agrandar sus ojos– o en los sesenta con Audrey Hepburn, Sophia Loren o Liza Minnelli. Todas ellas eran adictas a los “ojos de gata”. En los noventa, a modelos como Linda Evangelista o Claudia Schiffer las maquillaban para las portadas de revistas con evidentes trazos de delineador: así conseguían levantar párpados caídos –en aquel entonces apenas se usaba el Photoshop–.

De la pasarela a la calle. Ya no hace falta tener una fiesta para potenciar la mirada. Gracias a los nuevos productos, el eyeliner puede usarse a diario para agrandarla y disimular párpados caídos. Estas son las diferentes modalidades:

Los maquilladores profesionales desvelan los secretos del eyeliner:

Rebeca Lombardo, maquilladora oficial de L’Oréal Paris, explica cómo conseguir una mirada seductora con el último lanzamiento de la firma: “Con la punta del rotulador Blackbuster se dibujan líneas gruesas para conseguir ojos de efecto mariposa. Para terminar, se debe afilar la punta de la línea trazada, como si se quisiera continuar hacia la sien y fundirse con el infinito”.

 “Si queremos una mirada magnética, el párpado debe vestirse con suprema sofisticación”, apunta Karim Rahman, de L’Oréal Paris. “El truco consiste en abrazar la línea de las pestañas para agrandar la mirada. Este trazo puede ser fino o más grueso si se utiliza un eyeliner líquido”.

Rebecca Restrepo, maquilladora global de Elizabeth Arden, recomienda el perfilador en gel: “Ofrece un acabado cremoso. Fácil de usar, no se mueve alrededor del párpado”.

El ojo de gata es la máxima tendencia, según Dany Sanz, directora artística y creadora de Make Up For Ever. “Para lograrlo, hay que trazar una línea fina desde la parte interior del ojo, por encima de las pestañas, hasta la esquina exterior. Se puede añadir un rabillo grueso que suba hacia la oreja o dibujar la parte inferior extendiendo esta línea hasta encontrarse con la punta del anterior, formando un triángulo que rellenaremos de negro”.

Peter Philips, de Dior, redefine la mirada conjugando feminidad y modernidad. Apuesta por un trazo controlado gracias a un eyeliner híbrido (mitad lápiz, mitad líquido) de mina biselada que se adapta a la curva del párpado. “Utilizado horizontalmente, el bisel dibuja una línea precisa a ras de las pestañas, y en vertical traza una más intensa”, apunta.

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