_
_
_
_
LECTURAS NO OBLIGATORIAS

Santiago Lorenzo: Sin igual

‘Las ganas’ es una novela muy divertida, amarga, brillante y sabia que hay que leer

Marcos Ordóñez
Santiago Lorenzo.
Santiago Lorenzo.Cecilia Díaz Betz

Lo que escribe Santiago Lorenzo no se parece a nada de ahora mismo.

Su botica no despacha cinismo ni impostura. Lo suyo es un percal que ya no se fabrica, hijo de Azcona, las tragicomedias arnichescas, las películas patéticas y antiheroicas de Scola y Dino Risi, y el lejanísimo perfume, veraz y culterano, de Ramón Pérez de Ayala. Cuando leo sus espléndidas y conmovedoras novelas se me antoja que tienen portada de Mingote o de Goñi y que acaban de publicarse en la editorial Arión.

La mirada de Lorenzo parece esperpéntica, pero solo lo parece, porque no mira a la gente por encima del hombro. “La gente”, esa abstracción, son sus semejantes, y de ellos extrae verdad humorística y doliente: personajes muy baqueteados por la vida, pero también épicos, que luchan por salir adelante cuando todo se les pone en contra.

Tras Los millones (2010) y Los huerfanitos (2012) llega, también para quedarse, Las ganas (Blackie Books). Como las anteriores, es una novela radicalmente social, pues retrata, sin poses ni sermones, las miserias y tropiezos de la España de siempre. El torpérrimo Benito, su protagonista, es un hombre que no sabe querer porque ha sido malquerido. Hay un sugestivo enredo industrial, pero creo que su verdadera trama es esa historia de amor con palos en las ruedas por una tremebunda mala educación, que se cierra con una apoteosis lúcida, certera y comprensiva. Las ganas es una novela muy divertida, muy amarga, muy brillante y muy sabia que hay que leer.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_