Un brindis por la inclusión
La comunidad LGTB de Mendoza (Argentina) festeja los avances en la conquista de derechos Una vendimia paralela a la tradicional se celebra con tacones, minifaldas y lentejuelas
Lo gritan alto y fuerte, con orgullo, sin miedo: "Nosotros", dice la comunidad LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) de la ciudad argentina de Mendoza. "Nosotros somos todos. No importa quién seas". Atrás quedaron las duras épocas en que ser gay o el mero hecho de parecer serlo en Argentina podía costarles la detención o hasta la vida.
Ahora suben al escenario con sus lentejuelas, sus plataformas y sus minifaldas marchando al son de su música favorita. El mes de marzo se ha convertido en una fecha irreemplazable para ellos desde 1996, cuando nació el primer festejo de la conocida Vendimia Gay o Vendimia para Todos.
"La Vendimia Gay nació hace 20 años, en medio de un entreacto de un boliche (discoteca). Se anunció que se haría y así fue. Al principio empezó en lugares más cerrados, más del gueto", cuenta su actual director y productor, Gabriel Canci, que despliega una amplia sonrisa al recordar la valentía del momento. "No fue fácil, sobre todo teniendo en cuenta que Mendoza es una de las provincias más conservadoras del país", añade. De hecho, la celebración surge como derivación de la Fiesta Nacional de la Vendimia, que cobra vida en tiempos de cosecha, después de largos esfuerzos de los viñateros soportando las asperezas climáticas de una región árida. Es al final del verano meridional cuando se festejan los logros vitivinícolas. Para ello, los barrios se llenan de escenarios y el cielo de fuegos artificiales. Se alzan pañuelos blancos al ritmo de bailes tradicionales, se cosechan las uvas y se elige a la mujer más bella de la localidad, la Reina, para representar el acontecimiento del año.
Una fila de carruajes con luces y música cuyana desfila por las calles, mientras las candidatas a reina reparten frutas y folletos para satisfacer al pueblo y ganar su voto. Las hinchadas vociferan sus nombres, algunas mujeres las miran recelosas mientras los hombres se deleitan con sus figuras. Se empapelan las paredes y las vitrinas de los negocios, se colocan carteles en lo alto de los edificios. Toda la ciudad queda vestida con los rostros de ellas, como si de una campaña política se tratara: una reina a elección.
18 países en el mundo cuentan con leyes que autorizan el matrimonio entre personas del mismo sexo
A lo largo de más de 70 años, esta fiesta ha perdurado y se ha ido innovando, añadiendo festividades paralelas como la Vendimia Electrónica, la Vendimia Solidaria o la Vendimia Gay. “Para la comunidad LGTB representó el comienzo de un festejo propio e íntimo para poder disfrutar de un acto surgido de la tradición de un pueblo desde otro lado, desde el de la diversidad", explica Canci. "Al principio, solamente se elegía una reina. Y generalmente era una chica transexual. A mí se me ocurrió que debíamos elegir también un rey, porque la comunidad, sobre todo los gais, necesitaban un rey. El proceso nuestro es bastante diferente al de la Vendimia central, porque ellos eligen una representante de cada departamento. Nosotros lo hacemos más como si fuera un concurso de Misses y Misters. Elegimos a través de un casting, que es una convocatoria pública anunciada en los medios de comunicación y dónde se llama a presentarse a personas de cualquier género. Este año, uno de los candidatos es un chico heterosexual, por ejemplo. Tenemos chicas y chicos de toda la comunidad: hay gais, lesbianas, trans, bisexuales, heterosexuales … si estamos hablando de inclusión, aquí hay lugar para todos”, afirma Canci con rotundidad.
Coronas y plataformas
Más de 6.000 votos electrónicos coronaron a los nuevos reyes de la comunidad LGTB este año, después de desfilar para sus seguidores y exponer sus iniciativas para la colectividad. Cien bailarines, drag queens y la glamurosa y popular travesti Flor de la V entusiasmaron a los más de 4.000 espectadores que asistieron al evento. Con entradas que costaban desde los 20 a los 500 euros, llenaron el estadio de gritos de euforia en defensa de la identidad de género.
Este año fue el vigésimo aniversario de la celebración que, además, se programó para el mismo día que la fiesta central de la ciudad. El hecho de que ocurra en la misma fecha es un logro añadido a la labor de inclusión social que trabaja la Vendimia Gay. El rey elegido de este año fue Facundo Sebastianelli, estudiante homosexual que aboga por la lucha contra la discriminación y la violencia; y la nueva reina fue una chica bisexual, Macarena Pravata, que se convirtió en pionera en la representación de dicha orientación sexual en esta fiesta. "Quiero que la gente rompa con los prejuicios de que la bisexualidad no existe", sentenció Pravata desde el escenario.
18 países en el mundo, más de la mitad de ellos en Europa, cuentan hoy con leyes que autorizan el matrimonio entre personas del mismo sexo que garantizan a los homosexuales los mismos derechos conyugales que a los heterosexuales, incluido el de adopción. Fueron aprobadas durante la primera década del siglo XXI. Holanda fue el primer país en acreditarla, en septiembre de 2000, y entró en vigor el 1 de mayo de 2001. Le siguieron Bélgica, en 2003; Canadá y España, en 2005; Sudáfrica, en 2006; Noruega y Suecia, en 2009; Portugal, Islandia y Argentina, que aprobaron sus respectivas leyes en 2010; Dinamarca, en 2012; Nueva Zelanda, Uruguay, Brasil y Francia, en 2013; Luxemburgo y Finlandia en 2014, y Eslovenia este año. Tres entidades federativas de México, varias naciones de Estados Unidos y tres países constituyentes del Reino Unido (Escocia, Gales e Inglaterra) también permiten casarse a las parejas homosexuales.
Argentina se ha convertido en una de las mecas gais más importantes del mundo Gabriel Canci, director de la Vendimia Gay
"El matrimonio igualitario fue de gran impacto en la provincia de Mendoza. No solamente fue exitoso aquí, sino que mucha gente venía desde Chile a casarse porque estamos muy cerca de la frontera", cuenta Canci. A penas 380 kilómetros separan la ciudad de Mendoza de Santiago de Chile. El pasado enero, el país reconoció por primera vez las uniones de personas del mismo sexo pero, a falta de una ley que permita contraer matrimonio, muchos chilenos optaron por cruzar la cordillera hasta la nación vecina. Después de la aprobación de la ley del matrimonio igualitario en Argentina en 2010, una pareja de este país residente en Mendoza fue la primera en casarse. Desde la promulgación de la norma, cuatro años atrás, se casaron 7.171 parejas formadas por personas del mismo sexo; 166 de las cuales en la capital mendocina, según los datos de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays y Trans (FALGBT),
También la ley fue aprovechada por los internos de las cárceles; se casaron varias parejas de hombres homosexuales y mujeres lesbianas en 2011 y se marcó así una fecha importante en la historia de la inclusión.
"Hoy, Argentina se ha convertido en una de las mecas gais más importantes del mundo. Cuando arrancamos con la Vendimia para Todos no existía ni la ley de matrimonio igualitario, mucho menos la ley de identidad de género… Ni pensábamos en esas cosas”, repasa Canci atento al móvil, ultimando los detalles antes del espectáculo. “Cada año nos sorprende a nosotros mismos. Cada año tenemos una nueva apuesta y obviamente un compromiso muy grande con la gente", manifiesta nervioso minutos antes del último ensayo. "En esta edición hablamos de nosotros. No importa el color, la pinta, el pensamiento, no importa. Somos nosotros", declara.
Pasada la medianoche se encienden las luces y retumban los altavoces. La fiesta ya empezó y con ella, las ganas de expresar con libertad el orgullo de ser quién cada uno es.
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