Ninguna famosa sin blog
Sara Carbonero, Paula Echevarría y hasta Carmen Martínez-Bordiú se apuntan a esta moda que triunfa por la curiosidad que despiertan estos personajes
El último post publicado por Sara Carbonero en su blog Cuando nadie me ve, alojado en Elle, acumula 300 comentarios. Una cifra que sólo alcanza un artículo publicado en un importante periódico online cuando se convierte en un fenómeno viral. La bitácora de Paula Echevarría, Tras la pista de Paula Echevarría, también parte de la misma revista, ocupa el puesto 324 en el ranking de webs más visitadas de España, según datos de WooRank. Estas dos celebridades patrias lideran una moda que desde hace algunos años invade las publicaciones del corazón y las revistas femeninas: todas las famosas del sector, da igual la edad y el estilo de vida que tengan, poseen un blog en un medio. Carmen Martínez-Bordiú ha sido la última en sumarse, esta vez a la revista ¡Hola!, pero hoy día los medios acogen perfiles tan distintos como el de Blanca Suárez en Vogue, Malena Costa en Glamour, Caritina Goyanes en Telva o la presentadora Mónica Hoyos en Semana.
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— Blanca Suárez (@blancasuarezweb) February 26, 2015
“Las famosas generan mucho tráfico de visitas, porque tienen ese componente aspiracional para la audiencia pero, a la vez, en sus blogs se muestran de forma cotidiana”, explica María Giraldo, consultora, colaboradora de la revista ¡Hola! y cofundadora de las jornadas anuales sobre blogs de moda. Por su parte, las marcas las prefieren a ellas frente a la legión de jóvenes anónimas que detallan a diario sus estilismos. “Normalmente, piden que sea un personaje público el que lleve sus prendas o colabore con la firma. Saben que la repercusión será mayor y, sobre todo, son muy conscientes de su profesionalidad. Ellas están acostumbradas a las sesiones de fotos y a los patrocinios, así que aportan más tranquilidad a las empresas”, explica Giraldo. Sin embargo, las hay que piden una colaboración más a largo plazo, y ahí el anonimato prima sobre la posición social. “Los seguidores de los blogueros anónimos suelen ser una audiencia muy segmentada, fiel y entregada. Estas características bien analizadas y utilizadas por las firmas tienen un resultado de fidelización más alto respecto a una famosa”, apunta Elianne M. Sastre, de la agencia de comunicación de moda Carole Cervera.
Pero a las estrellas nacionales les queda mucho para alcanzar el nivel lucrativo de sus competidoras anglosajonas, que prefieren abrir su propia web (e inscribirla como empresa) a depender de un medio de comunicación: Goop, la controvertida página de estilo de vida de Gwyneth Paltrow (plagado de recetas orgánicas, rutinas de belleza alternativas y hasta una tienda) perdió el año pasado casi un millón de euros en patrocinadores y anunciantes y, aún así, sigue a flote, lo que apunta a numerosísimas ganancias. Le pisan los talones las también actrices Blake Lively y Jessica Alba, que han engrosado sus cuentas bancarias rentabilizando sus respectivos embarazos en sus webs (Preserve y JessicaAlba.org), vendiendo pañales de lujo o anunciando las marcas que se dieron cita en sus fiestas prenatales.
Sara Carbonero también acostumbra a mostrar el crecimiento de su hijo en su blog antes que en cualquier revista. Como las anteriores, suele ganar adeptos redactando recetas de cocina, enseñando su casa o departiendo sobre tareas cotidianas. Y pese a que la revista Time alertó hace unos meses sobre los carísimos, inalcanzables y patrocinados consejos que se ocultan tras esta aparente cercanía, lo cierto es que la empatía sigue siendo clave para el triunfo. “Antes tenían asistentes que actualizaban por ellas. Ahora, por esto mismo, los medios les exigen que sean ellas las que dediquen tiempo a sus bitácoras”, explica Giraldo. “Se han sabido adaptar muy bien a este lenguaje, prescindiendo de estilistas para sus estilismos diarios y utilizando las redes sociales para alimentar la cercanía”, matiza Sastre.
Las ventajas superan con creces a los beneficios. “No es sólo el dinero que cobran por el blog. Actualmente muchas de ellas pueden conseguir contratos con marcas sólo porque están utilizando esa vía. Por otro lado, como cada vez hay más celebridades que se apuntan a tener su propia bitácora, muchas quieren hacerlo porque lo consideran un criterio para medir su fama”, afirma Giraldo. Ya no sólo se trata de copiar su estilo o envidiar su rutina, hoy las famosas, del tipo que sea, necesitan ser líderes de opinión, prescriptoras digitales, para ser tenidas en cuenta.
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