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6 masajes exóticos que no hace falta pagar con tarjeta 'black'

El dispendio de ciertos directivos nos familiarizó con la técnica filipina. Hay otras igual de singulares. ¿Un poco de aceite?

Conocimos su nombre cuando se airearon las vergüenzas de un puñado de directivos de Caja Madrid, que con sus tarjetas opacas realizaron gastos de lo más elitista y variado. Es el "masaje filipino", en el que exjefe de la Casa del Rey Rafael Spottorno (o alguno de sus familiares) invirtió 1.500 euros. La técnica oriental se ejecuta a cuatro manos y libera estrés y tensiones musculares. Pero no hace falta ser un ejecutivo sin escrúpulos (ni viajar a los confines del mundo) para dejarse frotar con fines terapéuticos. El masaje, sin la inyección de liquidez de una black card, es de por sí un mercado al alza. Según datos publicados por la Asociación Internacional IPSA, en España hay 6.000 usuarios habituales, y nuestro país se encuentra en el sexto lugar en el ranking mundial, solo superado por Estados Unidos, Japón, Alemania, Italia y Reino Unido. En los últimos diez años, la cifra se ha multiplicado por 10. Los pacientes han dejado de ser personas mayores de 60 con determinadas dolencias, para pasar a ser usuarios de entre 40 y 45 años, sanos, que buscan relajación y combatir el estrés. La oferta viene auspiciada por las técnicas y rituales más exóticos. ¿Quiere conocer las seis variedades más singulares sin salir del país? Estos son los más “adictivos”, buscados y, sobre todo, aptos para casi todos los bolsillos.

1. Lomi Lomi. Esto sí es Hawái.

Sus movimientos fueron "patentados" por los grandes maestros hawaianos. En la actualidad, el lomi lomi también combina alguna oscilación de las artes marciales, con lo que la técnica recuerda mucho al Taichi. Se trabaja sobre todo con los antebrazos de los masajistas, que abarcan todo el cuerpo y hacen una presión media alta. Puede realizarse en seco o con aceite. Los más “puretas” exigen el protocolo al completo. Como señala María Casado, Wellness Personal Assistant del Barceló Sancti Petri Spa Resort: “Debería comenzar con una oración que sirve para relajar”. Entre sus beneficios, aquellos que lo realizan destacan la renovación de la energía corporal y mental, promoviendo el descanso y la relajación. “De acuerdo con las creencias hawaianas, la energía se concentra en ocasiones en músculos y articulaciones, bloqueando así física y mentalmente. Para ello, se hacen estiramientos suaves en el cuerpo y rotaciones que ayudan a liberar tensiones”, añade Casado. Durante la sesión, se tiene muy en cuenta la respiración: todos los movimientos se realizan para ayudar al flujo respiratorio del paciente y así aumentar el estado de relajación que permite superar la rigidez. El precio ronda entre 60 y 120 euros, dependiendo del centro.

¿Dónde? Barceló Santi Petri en Cádiz. Hotel Sheraton, en Gran Canaria. Spa by Clarins Wellington, en Madrid. Caroli Health Club, en centros en toda España.

2. Hiot. Manos y hierbas.

Se caracteriza por sus movimientos lentos y deliberados que buscan bloqueos energéticos llamados lamig (frío), pasma (alteraciones nerviosas) y bali o pilay (fracturas). Posee influencias de la medicina tradicional china y de la ayurvédica y del Yunani-Tibb (de Grecia y Persia). Como señala Marina Corpa, cofundadora de El Templo del Masaje, “se trata de una terapia sanadora que incorpora tratamientos herbales para determinadas dolencias”. Tiene una hora de duración y un precio de entre 20 y 100 euros.

¿Dónde? Pañpuri Organic Spa, en Madrid. Silom Spa, en Barcelona. Be Well Organic Spa, en Alcalá de Henares.

3. Masaje sueco. Sello europeo.

La mayoría de las técnicas de masaje occidental vienen de Suecia. Es una técnica realizada con crema o aceite, normalmente, de almendras dulces. Se trata de un protocolo que, según explica Marina Corpa, “ayuda a estimular la circulación sanguínea, el transporte de oxígeno en sangre y la actividad cardiovascular”. El paso final es conseguir la relajación muscular. A partir de 40 euros.

¿Dónde? Club Metropolitan, en toda España. Centro Lashala, en Sevilla. Luna Lanna, en Madrid.

4. Védico. Ecos de la India.

Todo parte de la creencia de los indios, que consideran que hay tres constituciones: Vatta, Pitta y Kapha, y que estas tienen que estar en equilibrio. Para conseguirlo, durante esta terapia se usan aceites y hierbas específicas para equilibrar estos doshas, con lo que el masaje se adapta a cada uno. Además, según el dosha, también debería ser más enérgico, profundo o superficial dependiendo del caso. Se utilizan productos que aportan una acción emocional, física y mental, según defienden sus precursores. El primero en actuar es un aceite previamente calentado que se extiende por todo el cuerpo haciendo movimientos para drenar y movilizar. Después, se aplican unas sales y se friccionan, notando un cambio de sensación respecto al aceite. Una vez retirado el exceso de producto, se procede a tratar la cara, en busca de frescor y luminosidad. Entre 50 y 100 euros.

¿Dónde? Gran Hotel Bahía del Duque, de Tenerife. Templo del Masaje, en centros de toda España. Padmasana Center, en Madrid. Be Yoga, Barcelona.

5. Jamu. Al estilo balinés.

Procede de Indonesia. Acorde a algunas filosofías orientales, defiende que la enfermedad es un desequilibrio entre cuerpo, mente y espíritu. Se basa en el Jamu, que es un sistema médico consistente en una combinación de técnicas, incluyendo masaje, acupresión, reflexología, estiramientos y aromaterapia en la misma sesión. Mezcla conceptos ayurvedas con la medicina tradicional china. Se aplica con aceite y se usan una gran variedad de técnicas, incluyendo los movimientos de acupresión (apretar con los dedos determinados puntos de la planta del pie, la palma de la mano y el pabellón auricular), amasamientos largos o cortos, fricciones y pinzados, trabajo con rodillas sobre espalda, masaje realizado con los pies, etcétera. La característica fundamental del masaje balinés es el efecto relajante, terapéutico y sanador que sus artífices se atribuyen, entre otras cosas, gracias a los aromas de los aceites usados. Entre 60 y 150 euros.

¿Dónde? Oriental Spa, en Bilbao y Santander. Centro Gema Cabañero, en Madrid.

6. Masaje tailandés: al suelo.

Es parecido al shiatsu (digitopuntura). Ambos trabajan el cuerpo completo, sobre un futón en el suelo, y suele hacerse con ropa. En el tailandés, se trabaja con todo el cuerpo y tiene ciertas posturas que recuerdan al yoga y sus estiramientos. Aquellos que lo practican aseguran que es adecuado para recuperar la elasticidad tanto por atrofia como por alguna lesión. A partir de 45 euros.

¿Dónde? Fusiom, en Madrid. Asia Gardens, en Alicante. Ban Thai Masaje, Barcelona.

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