“Para hacer un trasplante de útero en España solo falta la aprobación oficial”
Este ginecólogo ha participado en el nacimiento del primer niño tras un trasplante de útero
El ginecólogo César Díaz del hospital La Fe de Valencia forma parte del equipo del hospital Universitario Sahlgrenska de Gotemburgo (Suecia) que ha logrado por primera vez que una mujer dé a luz tras ser trasplantada de útero. Es una operación polémica, ya que en este caso no se trata de curar ninguna enfermedad, sino satisfacer el deseo de una mujer de gestar y parir su propio hijo. Sucedió el 4 de septiembre. En teoría, la difusión de la noticia estaba prevista para la semana que viene con la publicación de un artículo científico en la revista médica The Lancet, pero ha estallado antes, tras adelantar la información el diario The Daily Telegraph. A Díaz, este incidente le ha sorprendido en Tarbes (Francia), en un congreso de ginecología. “Me lo contó ayer [el viernes] el responsable del proyecto, Mats Brännström”. En una conversación telefónica con este periódico se muestra orgulloso de haber participado en este hito científico de la ginecología.
Pregunta. ¿Cuál ha sido su papel en el proyecto?
Respuesta. Colaboro con Mats Brännström desde hace cinco años gracias al interés que mostró en la idea el jefe de mi servicio en La Fe, Antonio Pellicer. He intervenido en la cirugía de los trasplantes y en el seguimiento de los casos.
"Es previsible que haya más nacimientos en breve. En este caso, se adelantó el parto"
P. ¿Cuántos trasplantes han practicado?
R. Hemos hecho nueve desde que comenzamos en septiembre de 2012. Dos pacientes han perdido el órgano. De las siete que siguen con él, todas tienen un útero funcional y menstruaciones regulares de forma espontánea. A algunas se les ha transferido embriones. Para las transferencias siempre dejamos pasar un año después del trasplante ya que hasta entonces el riesgo de rechazo y de posibles complicaciones del embarazo es más alto. La mujer que ha dado a luz no es la primera que se quedó embarazada.
P. ¿Quiere decir que este no será un caso aislado?
R. Sí, es previsible que haya más partos en breve. En este caso, se adelantó el parto.
P. ¿Qué sucedió?
R. Antes de todos los trasplantes obtuvimos ovocitos de las pacientes, los fecundamos con espermatozoides de sus parejas y congelamos los embriones [pese a no tener útero, la función ovárica no estaba alterada, es independiente]. Siempre transferimos un único embrión ante el riesgo que supondría un embarazo gemelar. En este caso, a pesar de unos pequeños problemas de rechazo que surgieron y fuimos controlando antes de embarazo, la gestación evolucionó bien y todos los controles fueron satisfactorios hasta cinco días después de la semana 31, en la que se detectó una preeclampsia, una hipertensión arterial ligada al embarazo. Entonces se practicó una cesárea urgente y nació el niño en perfecto estado.
P. ¿El origen de la preeclampsia puede estar en el trasplante?
R. No se puede descartar. Es algo que tendremos que tener en cuenta en casos futuros. En otros tipos de trasplantes ya se había observado un mayor riesgo de preeclampsia, pero tampoco está claro si el origen está en problemas de base que ya tenían las pacientes o en el injerto. No se pueden descartar otros factores. En los tratamientos de reproducción asistida hemos observado que también aumenta el riesgo. Y no podemos olvidar la edad de la madre, 36 años, por lo que este factor también ha podido jugar un papel.
P. ¿Han observado problemas similares en las otras gestaciones?
R. No. Hay varias pacientes con gestaciones en curso y las cosas van bien.
"Una de cada 4.000 mujeres nace con el síndrome de Rokitanski, sin útero"
P. ¿Qué han aprendido que no esperaran?
R. Un aspecto que nos ha sorprendido es que en todas las pacientes hemos empleado dosis muy bajas de inmunosupresores para combatir un posible rechazo de los úteros donados, siempre de paciente viva. A pesar de que en la fase de experimentación animal ya lo habíamos observado, había que comprobarlo en humanos. Y es algo que llama especialmente la atención dado que el útero es un órgano complejo compuesto por distintos tipos de tejidos. Creíamos que iba a ser más inmunogénico.
P. De los nueve trasplantes que ha hecho su grupo, en cinco casos el útero se injertó de madre a hija. ¿Puede ser este un factor que explique el bajo nivel de rechazo?
R. Sí, puede ser. Precisamente el caso de la primera mujer que ha dado a luz es de las pacientes que menos cercanía genética tenía con la donante, era una amiga. Y en ella se registró algún episodio de rechazo que se manejó adecuadamente. Tampoco descartamos que ello influyera en la preeclampsia.
P. ¿Han retirado ya el útero de la paciente? [Tras dar a luz, el órgano trasplantado ya no tiene utilidad y obliga a mantener la medicación inmunosupresora]
R. No, aún no. La paciente ha mostrado su deseo de tener más gestaciones y desde el equipo médico estamos evaluando los riesgos que ello supondría.
P. ¿Qué repercusiones tendrá este primer parto tras un trasplante de útero?
R. Es la confirmación de algo que creíamos que iba a funcionar. A partir de ahora se abre la puerta a que pacientes que no pueden tener acceso a una maternidad genética [al margen de la adopción] puedan ser madres. Además, no solo es un avance desde el punto de vista clínico, también desde la biología nos ayuda a comprender mejor e investigar aspectos relacionados con la gestación o la inmunología.
P. ¿En qué mujeres estaría indicado este tratamiento?
"Ya tenemos candidatas seleccionadas para un trasplante"
R. En aquellas que carezcan de útero, ya sea anatómicamente o funcionalmente. Una de cada 4.000 mujeres nace con el síndrome de Rokitanski, sin útero. También se podría ofrecer a pacientes a las que se les ha retirado este órgano, por ejemplo, por una hemorragia postparto.
P. ¿El hospital La Fe está preparado para un trasplante de útero y una gestación?
R. Sí. Llevamos ya algún tiempo desarrollando un programa de investigación relacionado con esta técnica y hemos formado un equipo pluridisciplinar capaz de llevar adelante estas intervenciones. Ya hemos practicado algunos explantes [extracciones de útero]. Lo único que falta es la aprobación oficial.
P. ¿Tienen candidatas seleccionadas?
R. Sí.
P. ¿Han solicitado el permiso para hacer la operación?
R. Oficialmente, aún no.
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