_
_
_
_
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Guerra al terror

Derrotar al Estado Islámico exige de Obama una estrategia más allá de su contención militar

Los bombardeos estadounidenses contra objetivos del Estado Islámico (EI) en Siria han completado su primera semana para detener a los yihadistas en sus frentes entre Irak y el Mediterráneo. La lucha contra el califato ya no es una operación antiterrorista, como la Casa Blanca la describiera, sino una nueva guerra regional sin fronteras en la que Obama no ha tenido más remedio que entrar pese a lo incierto de su desarrollo y su impredecible final.

Editoriales anteriores

Lo más difícil está por llegar. El Estado Islámico no es la causa de la situación en Irak y Siria. La despiadada milicia fundamentalista suní es sobre todo producto de un entorno viciado (Estados fallidos, regímenes corrompidos, dictaduras de toda laya), enmarcado por el conflicto primordial entre musulmanes chiíes y suníes. Una pugna que abanderan los dos poderes enfrentados que moldean Oriente Próximo: Irán y Arabia Saudí.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Alcanzar una estrategia válida para derrotar al Estado Islámico exige asumir que tan importante como su contención militar es combatir las condiciones que lo alimentan. La barbarie del EI se ha convertido en una causa defendible para numerosos jóvenes árabes y no árabes, como lo muestra la participación de europeos y estadounidenses y la existencia de redes occidentales de alistamiento, como la desmantelada en España. Es un problema cercano; nuestro.

Ante esta realidad compleja, las premisas de Obama son débiles. Pueden pasar años antes de que el ejército iraquí esté en condiciones de enfrentarse al EI; o de que las tribus suníes que permiten el avance yihadista dejen de hacerlo. En Siria es poco probable que los 5.000 rebeldes moderados a los que armará Washington representen una amenaza real para los fanáticos. Con el agravante de que El Asad se siente reforzado por los ataques estadounidenses. Washington proclama que sus misiles no ayudan al déspota sirio, pero la versión de Damasco es que Obama finalmente ha comprendido que El Asad es un bastión contra el terrorismo.

EE UU necesita construir una coalición duradera y fiable, más allá del inventario de aviones prestados por sus socios. Dos ejemplos significativos muestran que será un proceso complejo. Turquía, miembro de la OTAN, sigue sin prestar el apoyo crucial que se espera de Ankara. Reino Unido, por su parte, fiel escudero de las causas de Washington, ha comprometido media docena de Tornados para operar exclusivamente en Irak; y solo después de que un escaldado Cameron llevara al Parlamento un asunto que podía decidir por sí mismo.

La gran cuestión es si el presidente estadounidense otea un plan viable contra el totalitarismo islamista y está en condiciones de impulsarlo. Irak o Afganistán señalan irrefutablemente que las bombas no sirven por sí solas para liquidar conflictos tan enraizados en sectarismos y dependientes de poderes exteriores. Obama tiene por delante un difícil empeño cuyo liderazgo solo él está en condiciones de asumir, por más que haya intentado evitarlo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_