El desenlace de la ley del aborto

El 23 de septiembre de 2014, a pesar de los múltiples y persistentes problemas, es un día histórico en la España contemporánea, en el que ha triunfado la lucha tenaz de las mujeres españolas a lo largo de meses contra un proyecto de ley anacrónica, injusta y que evidencia un fanatismo ideológico y una ausencia de respeto por la mujer, su vida y su libertad. Es un día luminoso, pero debería ser también un día de reflexión para demostrarnos que, con argumentos, voluntad y determinación, podemos cambiar el presente y luchar por reconstruir un país en el que seamos dueños/as de nuestras vidas.— Carmen Mata Barreiro,profesora titular de la Universidad Autónoma de Madrid.

El Gobierno ha retirado el anteproyecto que pretendía reformar la ley del aborto. Muy bien por el señor Rajoy, contribuye a que se normalice nuestra sociedad, a reducir crispación y a evitar muchos dramas que podría haber traído la reforma. Habrá unos pocos fanáticos e intolerantes descontentos, pero esos no cuentan. La mayor parte de la sociedad está de acuerdo con la ley actual.

Pero queda pendiente el recurso presentado por Partido Popular ante el Tribunal Constitucional contra la vigente ley. Mientras no la retiren, el gesto es engañoso. ¿Pretenden que los magistrados del Constitucional les hagan el trabajo sucio? Sabemos que la mayoría de esos magistrados son conservadores y el ponente parece que declarado antiabortista. ¿Se lava las manos el Gobierno y que el TC decida? No, el recurso lo pusieron ellos, que lo retiren. En caso contrario, el gesto del señor Rajoy no es creíble, al contrario.— Luis González Iglesias. Mairena del Aljarafe, Sevilla.

Con la retirada del anteproyecto de ley del aborto, se ha perdido la oportunidad de crear una sociedad acogedora para la mujer cuando se encuentra ante un embarazo con dificultades, y también para el nuevo ser humano que crece dentro de ella.

Se ha perdido la oportunidad de dar un mensaje claro a la sociedad: que ninguna minusvalía o discapacidad implica la disminución de la dignidad de un ser humano, ni mucho menos de su derecho a la vida.

Lamentamos que al fin se haya impuesto una mentalidad pragmática e irrespetuosa con la vida del más débil, cuando este tiene menos de 14 semanas de vida, o incluso más, si padece alguna discapacidad o enfermedad.

Las mujeres que se encuentren en dificultades a causa de su embarazo seguirán dependiendo mayoritariamente del apoyo que les ofrezcan las entidades de iniciativa privada, ya que su derecho a ser madres no tiene suficiente valor ante las instituciones públicas.— Montserrat Rutllant Bañeres, vicepresidenta de Fundació Pro Vida de Catalunya.