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La diva exuberante

Reivindicando la talla 46, Candice Huffine ha conquistado el podio de las ‘top models’

La voluptuosa modelo Candice Huffine se reclina sobre la mesa y posa sus manos en ella. Desafía a la cámara con una mirada lujuriosa y los labios entreabiertos, igual que medio siglo antes hizo Sofia Loren en Ayer, hoy y mañana. Lleva un collar de perlas y, como la italiana en la cinta de Vittorio de Sica, ropa interior negra muy entallada. A su derecha, su compañera Robyn Lawley se reclina sobre la mesa mientras sostiene una copa de vino. El liguero deja entrever un rotundo cachete. Tara Lynn, al otro lado, está sentada en una silla y deja caer su mano derecha sobre unos carnosos muslos.

El reportaje en el que se incluye la instantánea, publicada en Vogue Italia en julio de 2011, supuso un hito en la industria: era la primera vez que tres modelos de tallas grandes protagonizaban una portada de revista sin que se hiciese especial hincapié en sus curvas. Fue precisamente ese silencio administrativo el que convirtió la escena en histórica. La sensual sesión, en la que Candice Huffine (Washington, 1984) mostraba orgullosa las formas de su cuerpo, la posicionó en el mapa de la moda.

Aunque llevaba tiempo trabajando. Diez años antes, en 2000, Huffine visitó todas las agencias de modelos que conocía en Nueva York. Tenía 16 años y bajo el brazo llevaba un book de fotografías que su madre le había hecho en el porche de la casa familiar en Maryland. Estaba convencida de que triunfaría, ya que en los millones de concursos de belleza en los que participó de pequeña le había ido muy bien. Sin embargo, no se le abrió ninguna puerta. “Tienes que adelgazar siete kilos”, fue la mejor respuesta que logró. Por entonces llevaba una talla 38 (ahora luce la 46) y Wilhelmina Models la acogió en su departamento de tallas grandes. “Me dijeron que era un proyecto incipiente, pero ya habían firmado Kate Dillion [la primera modelo plus size que apareció en la edición estadounidense de Vogue] y Lia Tyler [hija del cantante de Aerosmith], así que no lo dudé”, explica al teléfono desde Nueva York. Pasó una década haciendo fotos para catálogos, una actividad frenética, muy rentable y poco vistosa.

Ya en 2010 conoció al estilista Edward Enninful. La llamó para participar en un reportaje de vaqueros y curvas en V Magazine. “Fue mi primer editorial de moda. Y eso que llevaba ya diez años trabajando en el sector”, recuerda. “Por aquel entonces en las revistas a las chicas con curvas no nos miraban. Ni sabían que existíamos. Menos mal que a veces llega alguien dispuesto a arriesgarse a hacer algo diferente”.

Ha conquistado las páginas de Harper’s Bazaar, CR Fashion Book, T Magazine, S Moda… En abril, la edición estadounidense de Vogue le pidió consejos de estilismo para sus lectoras con curvas. “Llevo en el negocio 15 años, y siempre he estado muy orgullosa de mi cuerpo y me he preocupado por contárselo al mundo. Cuando me llamaron, sentí que realmente escuchaban mi discurso”.

La siguiente etapa de su asalto global pasa por colonizar el calendario Pirelli, famoso por las imágenes fetichistas de grandes modelos. Su presencia en el anuario ha eclipsado, en titulares, a la de tops como Adriana Lima, Karen Elson y Natalia Vodianova. Aunque por contrato tiene prohibido hablar de su participación en el proyecto, la modelo resume su último año como “la prueba irrefutable de que la moda está lista para incluirnos. No tenemos que seguir luchando por entrar en las páginas de las revistas o en las campañas. Ya estamos aquí”. Habla por ella, pero también por otras compañeras que han traspasado las barreras invisibles de la industria, como sus colegas Crystal Renn o Lizzie Miller.

El pensador Gilles Lipovetsky hace un análisis más conservador de la situación: “Existe un discurso muy crítico con la ‘tiranía de la delgadez’, pero eso no se va a traducir a las revistas porque éstas siguen representando la moda que hace soñar”. Sin embargo, desde Francia concede méritos a Huffine: “Lo que es realmente excepcional es que haya llegado a top model, precisamente por eso se habla de ella”.

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