Una vergüenza para Cataluña

Los españoles que se oponen a la independencia de Cataluña, entre los que se cuenta Mariano Rajoy, deben de estar frotándose las manos. Jordi Pujol, padre del moderno nacionalismo catalán y fundador de CDC, ha admitido un fraude fiscal en una investigación que ya ha alcanzado a su hijo.

Parece probable que el escándalo distorsione de forma significativa el debate sobre la independencia catalana y, si se gestiona mal, podría conducir a un endurecimiento de las posiciones de ambos bandos. Pero si se maneja bien, podría proporcionar una oportunidad para que Rajoy y Artur Mas asienten una relación más constructiva. (...)

Para Cataluña, el escándalo ofrece oportunidades y riesgos. Quizá se desate una lucha en la coalición que gobierna Cataluña si Convergència intenta minimizar el caso Pujol mientras otros exigen una investigación más profunda. (...) Una ruptura de la coalición podría acabar en un adelanto de las elecciones, en las que partidos más proindependentistas quizás aumenten su poder. Si ocurriera esto, el nuevo Parlament podría sentirse tentado a declarar una independencia unilateral, precipitando al país en una crisis constitucional sin precedentes. (...)

Rajoy, por tanto, podría aprovechar la ventaja de este momento de debilidad relativa de Convergència y estudiar las últimas propuestas de Mas sobre financiación regional y política educativa. Al ceder a algunas de las demandas catalanas, tal vez pueda evitar el adelanto electoral y abrir un debate más articulado sobre el equilibrio de poder entre las autonomías españolas y el Gobierno central.

Londres, 13 de agosto.