El ‘exhonorable’ Jordi Pujol

Dicen que cuando el río suena es que agua lleva. Y lo de las cuentas en el extranjero de Jordi Pujol no era ningún riachuelo, sino un auténtico Amazonas. Todo el mundo en Cataluña lo sospechaba, aunque nadie se atrevía a decir nada contra el intocable y “amado líder”. Y cuando aparecía la más mínima noticia se repetía la escena teatral: Pujol y los dirigentes de CiU se envolvían en la senyera, se daban golpes en el pecho y aseguraban sin pudor ninguno que todo era falso, un malvado ataque contra Cataluña y un invento de la prensa de Madrid. Al final resulta que no era ninguna pérfida invención madrileña, sino la más pura, dura y cruda realidad. El padre intelectual del “España nos roba” era en realidad un evasor de impuestos y el que se hacía llamar “muy honorable” ha acabado dejando su credibilidad, su honradez y su supuesto honor por los suelos.— Rosa Álvarez. Tarragona.

Creo que sería de gran utilidad que todos estos grandes nacionalistas en sus reuniones, cadenas humanas, “uves”, balcones, etcétera, fuesen cambiando la bandera que lucen por la de los distintos paraísos fiscales donde se va demostrando que tienen su patrimonio por amor a su patria; más que nada para que quedaran claras sus “querencias”.— Eduardo Rodríguez Pérez. Barcelona.

En distintas ocasiones, he oído al “honorable” señor Pujol decir que no tenía cuentas en el extranjero, y mucho menos en paraísos fiscales.

También he oído decir al señor Mas, cada vez que el juez Ruz solicitaba algún tipo de documentación, que era un ataque a Cataluña; y que también era un ataque contra Cataluña meterse con el contrato entre Neymar y el Barça, que dio lugar a una posterior regularización ante la Hacienda Pública. Y qué decir de la complementaria de Messi. Nos toman el pelo (por decir algo suave).

Ahora resulta que lo del “honorable”, según el señor Mas, es un asunto particular: un asunto particular que afecta al presidente de honor de su partido y a su hijo, dimitido secretario general del mismo. Nunca será un asunto particular: son personajes públicos que representan a su partido, y él los justifica. Algo huele muy mal, y creo que cada vez va a oler peor, pero, por favor, no crean que no nos damos cuenta de que nos toman el pelo.— Antonio Ortega Gabriel. Leganés, Madrid.