La luz, el agua y el fútbol
Los españoles gastan en 2013 más de 1.800 millones de euros Los ingresos de los clubes por taquilla no dejan de crecer, a pesar de la crisis
"Para pagar mi abono del Atleti estaría dispuesto a vender a mi suegra", cuenta a carcajadas Paco Gómez, de 49 años. Y para conservar su carné de socio número 545 acabó sacrificando algo con lo que llevaba soñando 40 años. Todo empezó con un gol de Koke en el minuto 5 el día en que su equipo echó al Barça de la Champions.
Miércoles 9 de abril. Esa noche Paco supo que el Atleti de su padre, el de su hijo de 13 años, el suyo, volaría a Lisboa, jugaría la final. Reservó cuatro habitaciones de hotel en la capital portuguesa y se vio a sí mismo en una de ellas celebrando la victoria de su equipo. Pero entonces, vio también a su hijo, se lo imaginó en el estadio del Manzanares como cada domingo y supo en ese momento lo que tenía que hacer. Puso a la venta la reserva de hotel y renunció a su sueño por 600 euros. Lo suficiente para pagar el abono una temporada más.
Los clubes de Primera y Segunda división ingresaron por la venta de abonos y entradas durante la temporada 2012-2013 más de 600 millones de euros, según el Consejo Superior de Deportes (CSD). Desde el comienzo de la crisis en 2008, la cifra se ha incrementado en casi 140 millones. Además, lo que gastaron los aficionados por la compra de equipaciones y artículos oficiales supera los 675 millones, según el último estudio de la consultora Repucom, especializada en marketing deportivo. Entre lo que se dejaron en taquilla, merchandising, quinielas, comprar partidos por televisión y publicaciones deportivas, los españoles se gastaron más de 1.800 millones de euros en un año. El triple del dinero que desembolsaron en ir al cine y hasta 15 veces más que en visitar museos, según el Instituto Nacional de Estadística.
La prensa deportiva se desinfla
Los españoles gastaron unos 173 millones de euros en la compra de diarios deportivos, pero los últimos datos de la Oficina de Justificación de la Difusión (OJD) reflejan que cada año se venden menos. La caída gira en torno a un 20% de las ventas y varía según la cabecera. En 2013 los ciudadanos compraron 482.034 ejemplares diarios frente a los 560.000 de 2012, lo que supuso una pérdida de 25 millones de euros en un año.
"El fútbol es el deporte más practicado por los españoles, su género televisivo favorito, el espectáculo en directo verdaderamente masivo, el tema de conversación cotidiano más frecuente y el contenido del periódico más leído", señala el sociólogo especializado en deporte y profesor de la Universidad de Valencia, Ramón Llopis-Goig. El lugar privilegiado que ocupa en el ocio de los españoles explica que la mayoría de sus seguidores esté dispuesta a hacer sacrificios para seguir pagando las cuotas como socios de un club o las entradas más caras de Europa. En la temporada 2012-2013 el precio medio en las taquillas de la Liga rondaba los 73 euros, muy superior al de las ligas alemana (28 euros), italiana (53 euros) e inglesa (43 euros), según un estudio publicado por el periódico británico The Guardian. El sueldo medio anual de los españoles es de 22.726 euros, pero el salario más común ronda los 15.500, según el INE. En Alemania la media es casi el doble: 40.900 euros al año. Los sacrificios que tiene que hacer el aficionado español están a la vista.
Paco estudió Historia, pero trabaja como empleado municipal en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, tiene dos hijos y reconoce que el abono que mantiene desde hace más de 40 años (450 euros) le parece tan necesario como pagar la luz. Abandonarlo solo una temporada significa perder la antigüedad y, probablemente, la oportunidad de volver a ser socio debido a las kilométricas listas de espera. Pero, sobre todo, significa romper con algo más grande, con el orgullo de pertenecer a un club. "El fútbol es un sentimiento. Puedo estar jodido, pero ver a mi equipo los domingos me distrae de los problemas, al menos, durante 90 minutos".
Los ciudadanos gastaron en fútbol el triple que en ir al cine y 15 veces más que en visitar museos
Los abonados suponen el 70% de la ocupación de los estadios de Primera y, por tanto, unos ingresos fijos anuales para los clubes. Aunque para los más grandes, como el Barcelona y Real Madrid, los ingresos por taquilla y abonados no llegan a suponer un 30%, según datos de la consultora Deloitte del pasado enero. En ambos casos, las sumas que reciben por derechos televisivos —entre los dos ingresan casi la mitad de lo que ganan los 20 equipos de la Liga, 365 millones de euros de 775— y por operaciones comerciales son mayores que las que obtienen por venta de entradas. Lo que los clubes de Primera ganan solo por la venta de merchandising es un 10,3% del total, un porcentaje superior al del resto de las mejores ligas europeas. "Los grandes equipos han ido imponiendo la idea de fidelizar a sus seguidores a través de las equipaciones y de lucir los colores del club", señala Jaume García Villar, catedrático de la Universitat Pompeu Fabra especializado en economía del deporte.
Sábado 24 de mayo. Minuto 90 de la final de la Champions. El Atleti va ganando 1-0 al Real Madrid y Paco, como miles de seguidores que disfrutan del partido en una pantalla gigante en el Vicente Calderón, ya puede saborear la victoria. En ese momento lamenta haber revendido aquellas habitaciones en Lisboa. Podría estar sentado en el estadio Da Luz, disfrutando de ese histórico momento. Compartiendo su pasión por el fútbol con miles de colchoneros.
Pero las pasiones que despierta el balompié no alcanzan a todo el mundo. Más allá del sentimiento de pertenencia a un equipo, lo que los españoles se gastan en fútbol se extiende a otro tipo de actividades no tan emotivas, pero íntimamente relacionadas con este deporte. Al contrario que a Paco, a Carlos López no le gusta el fútbol, pero no concibe su vida sin él. Gasta en torno a 7.000 euros al año en jugar a la Quiniela. "Me dejo entre ciento y pico y 200 euros a la semana", calcula al otro lado del teléfono. A sus 64 años, reconoce que lleva más de 40 apostando.
Solo en 2013 los españoles se gastaron 297 millones en la Quiniela y otros 8 en el Quinigol. "Una cifra insignificante en comparación con lo que apostaban en los años ochenta", indica Juan José Morón, presidente de la Asociación Nacional de Profesionales de Apuestas Deportivas. Este decrecimiento se debe, por un lado, a la aparición de sorteos como la Primitiva, que ofrecen premios más cuantiosos, según el economista Jaume García Villar. Y por otro, al surgimiento de competidores directos como las apuestas en Internet, mucho más espontáneas, ya que se puede jugar a la misma hora del partido y ofrecen variables ilimitadas, como tarjetas amarillas que habrá en el partido o expulsiones.
Las entradas españolas son las más caras de Europa, con un precio medio de 73 euros frente a los 28 de Alemania
El negocio de las apuestas deportivas experimenta un incremento incesante. En 2013 los españoles se gastaron más de 1.891 millones de euros en este tipo de juegos, según la Dirección General de Ordenación del Juego. Resulta, sin embargo, difícil calcular el volumen de gasto que corresponde al fútbol, aunque casas como Luckia lo sitúan en torno al 29% de lo facturado por esa vía.
Apuestas y Quiniela comparten, según García Villar, el aparente control que el jugador tiene sobre la partida. Así, al contrario que en otros juegos de azar, donde todo es una cuestión de suerte, en estos casos uno elige los resultados basándose en el conocimiento que tiene de los equipos y sus trayectorias.
De ese control presume Carlos López, para quien la Quiniela es "un negocio" que se conoce como la palma de la mano. "Es un ejercicio rentable, pero hay que saber cómo funciona", comenta. En 2010, por ejemplo, asegura que ganó 600.000 euros con dos amigos y este año le han tocado 70.000 con la peña quinielista que fundó hace año y medio: El Puebla 1X2. El objetivo de estas asociaciones cuyos miembros no suelen conocerse es apostar conjuntamente para que el premio sea de mayor cuantía y toque más a repartir. La Revista Pleno, especializada en la Quiniela desde 1963, asegura que esas organizaciones son las que más premios consiguen. "Jugar individualmente no tiene sentido porque, a la larga, siempre pierdes dinero", resume Carlos. Como líder de la peña, se encarga de hacer los pronósticos y rellenar las papeletas, por lo que tiene que saber bien cómo va la Liga.
Si no existiese la Quiniela, no vería ni un solo partido de fútbol"
Carlos López, jugador profesional de apuestas deportivas
Sentado en el casino de Torrelodones, cuenta cómo desde hace años, él y su mujer pasan 15 días en Madrid y otros 15 en Galicia, donde viven sus dos hijos. Un trasiego que se repite cada mes. En Lugo tienen una cafetería. "Hay que asegurarse un negocio, por si lo otro sale mal", aclara con su marcado acento gallego. En Torrelodones, en cambio, tienen un piso para "pasar el rato". Carlos aprovecha esas estancias para echar unas "partiditas" de póquer en el casino. Pero lo suyo, sin duda, es la Quiniela.
El CSD recibe un 22% de la recaudación total de la Quiniela y el Quinigol, que se corresponde con el impuesto sobre actividades del juego. Más de 67 millones de euros en 2013. El CSD entrega, a su vez, a la Liga de Fútbol Profesional (LFP) el 45,5% de dicha recaudación, 39 millones de euros el año pasado.
La caída constante de las cantidades que se apuestan a las quinielas ha empujado a Loterías y Apuestas del Estado y a la LFP a hacer modificaciones en el modelo de juego. A partir de la próxima temporada, en el pleno al 15 habrá que acertar el resultado del partido y no solo quién gana o si hay empate. Esta medida pretende disminuir las probabilidades de acierto para que se acumulen botes más jugosos y se potencie el número de apostantes. Un cambio que duplicará la recaudación de la Quiniela para el año 2015, según prevé Juan Morón.
"Si no existiese la Quiniela, yo no vería ni un solo partido", confiesa entre risas Carlos López. No se pierde, sin embargo, ni uno. Tiene que estar al tanto de todos los resultados y de cómo están jugando los equipos para que sus pronósticos sean lo más acertados posible. "Tengo Canal Plus y GolTv porque no se emiten los mismos partidos", explica. El precio medio de los paquetes de fútbol que ofrecen ambas cadenas es de unos 20 euros al mes. López se gasta, por tanto, 40 por abonarse a las dos. Más de 400 euros al año para tener todo el fútbol.
Sábado 24 de mayo. Tiempo de descuento. Un gol de Ramos iguala el marcador y cambia el rumbo del partido. "En ese mismo instante supe que habíamos perdido", recuerda Paco. El empate y la prórroga desatan la tensión. Y en los últimos 10 minutos… gol de Bale, gol de Marcelo y gol de Cristiano. El Real Madrid hunde al Atleti con un marcador de 4-1. Paco siente la derrota, se entristece, pero da gracias por estar con su familia frente a la pantalla del estadio atlético, y no en Lisboa. Se alegra de haber revendido las cuatro habitaciones y de tener su abono para la próxima temporada: "Al fin y al cabo, el Calderón es como mi casa". Para él, perder, como ganar, es parte de este juego. "Yo soy de mi equipo independientemente del resultado. Pero si pierde, lo soy más".
Menos gasto en televisión
La compra de partidos por televisión ya no interesa tanto a los ciudadanos. Los canales de pago experimentan esta tendencia negativa desde hace unos años. Especialmente la modalidad de compra conocida como pay per view o pago por visión, que consiste en pagar individualmente un partido por un precio de entre 8 y 10 euros (según la oferta de Canal Plus). De más de 13 millones de partidos vendidos en 2008, se pasó a menos de 160.000 en 2012, lo que se traduce en un gasto de apenas un millón y medio de euros frente a los más de 100 millones de hace seis años. Con la aparición de GolTv en 2009, Canal Plus se vio obligada a ofrecer paquetes de las competiciones por una tarifa fija, para lo que creó Canal Plus Liga. Así, la compra individual de partidos dejó de ser atractivo.
Según la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, GolTv cuenta con unos 290.600 abonados. Teniendo en cuenta que el precio medio para abonarse al canal es de unos 20 euros, en 2013 los españoles gastaron en esta contratación más de 69 millones.
Pero lo verdaderamente espectacular en el ámbito audiovisual no es lo que les cuesta a los españoles, sino las cantidades astronómicas que las cadenas abonan a los clubes por los derechos de emisión. Más de 812 millones de euros en la temporada 2012-2013. Una cantidad que crece cada año desde 1999. Los derechos de emisión representan la principal fuente de ingresos de los clubes, de acuerdo con los datos del Consejo Superior de Deportes.
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