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Peregrinos de estadios

El Camp Nou y el Santiago Bernabéu tienen casi tanta afluencia como el Prado El museo del campo madridista es el cuarto más visitado de la capital

Visitantes del Santiago Bernabéu admiran las copas y equipaciones.
Visitantes del Santiago Bernabéu admiran las copas y equipaciones.Edp

Cien metros de pasillo, casi tan largo como un campo de fútbol. A la izquierda, pantallas táctiles que repasan la historia del Real Madrid. A la derecha, una vitrina con equipaciones, trofeos, balones... El tour del Santiago Bernabéu recibió en la temporada 2012-2013 a 700.000 personas, más del 15% de las que visitaron la Comunidad de Madrid el año pasado. Un poco menos que el Camp Nou, que atrae al 20% de los turistas que llegan a Barcelona al superar el millón y medio de visitantes.

 —¿Roberto Carlos? ¿McManaman?

—Sí, me suenan los nombres, pero no sé quiénes son. Igual ni había nacido...

Los londinenses David Starling y su hijo Joe hablan frente a uno de los monitores que ilustran la historia del Real Madrid en el museo del Bernabéu, el cuarto más visitado de la capital, solo superado por el Reina Sofía, el Prado y el Thyssen. Joe tiene 18 años y la mayoría de los jugadores que ve en las fotografías solo le suenan de oídas. No ha dudado, sin embargo, en viajar con su padre desde Londres para conocer el estadio.

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La afluencia al Bernabéu y al Camp Nou casi igualó en 2013 los 2,3 millones del Museo del Prado, el segundo más visitado en Madrid ese año por detrás del Reina Sofía, del que el pequeño de los Starling no ha oído hablar. La entrada a esta pinacoteca vale ocho euros, menos de la mitad de lo que cuesta entrar al templo madridista (19 euros) o al Camp Nou (23 euros). Sin embargo, el estadio catalán alcanzó en cuatro meses un promedio de medio millón de aficionados. En ese mismo periodo, la exposición temporal Dalí, la más vista en la historia del Reina Sofía, sumó 732.339 personas. Además de la publicidad que los propios equipos le hacen a sus campos, los estadios se promocionan incluyendo sus tours en paquetes con bonos de hotel y descuentos en restaurantes.

Las famosas pinacotecas madrileñas no parecen preocupar demasiado a los jóvenes que acuden al Bernabéu. Siete chicas de la Escuela Deportiva de Fútbol del Real Madrid en Toledo cuentan que su entrenador les ha hecho bajar del autobús para ir a ver el Prado, aunque ni siquiera están seguras de cómo se llama. “El que tiene un parque al lado”, explican refiriéndose al Retiro. Los Starling visitaron este museo el día anterior aprovechando que estaban en Madrid, pero el objetivo de su viaje era ir al estadio. Ellos se autodenominan football maniacs, fanáticos del fútbol. Lo primero que preguntaron al llegar a la recepción de su hotel fue cómo ir al Bernabéu y al Vicente Calderón, el campo del Atlético de Madrid.

Joe Starling antes de entrar al museo frente a una foto de 1930.
Joe Starling antes de entrar al museo frente a una foto de 1930.Edp

El estadio madridista recibe más de 100.000 escolares al año. Las pantallas interactivas hacen que el recorrido sea especialmente atractivo para niños y jóvenes. En la segunda planta del museo, la pared izquierda es una gran pantalla en la que los actuales jugadores del Real Madrid dan toques a un balón o pelotean entre sí. Unas quinceañeras se agolpan junto a la imagen de Sergio Ramos y se hacen fotos lanzándole un beso, mientras los chicos que las acompañan se retratan frente a las camisetas de la equipación. A la derecha, Joe observa un mapa que muestra los tuits que recibe el club desde distintas partes del mundo. “¡Cuánto tráfico generan!”, exclama. La entidad suma más de 11 millones de seguidores en Twitter. Al final del pasillo, seis tubos de color cobre descienden por la pared para hacer llegar a los visitantes sonidos de la afición, retransmisiones de partidos y el himno del Madrid.

La planta baja es la etapa final del museo donde, tras el breve espacio dedicado al baloncesto, espera la Décima, el último trofeo que ha ganado el equipo al vencer el pasado mayo al Atlético de Madrid en la final de la Liga de Campeones. Este es el único punto en el que está prohibido que los visitantes tomen fotos. El personal del estadio retrata a padre e hijo junto a la copa. Un poco más adelante pueden elegir también con qué jugador quieren fotografiarse. Las azafatas les sitúan en una pared azul para hacerles la foto. Al recogerla en la tienda que acecha a los turistas a la salida, aparecen en la instantánea junto a Cristiano Ronaldo. A los 13 millones de euros que el club ingresó con las entradas del tour, hay que sumar lo que gana con la venta de camisetas, balones, fotografías e, incluso, biberones.

Una turista observa cómo Casillas para un gol en un partido contra el Barcelona.
Una turista observa cómo Casillas para un gol en un partido contra el Barcelona.Edp

Entre la Décima y la tienda llega el momento más esperado por los Starling: la bajada al césped. Para llegar hasta allí, padre e hijo atraviesan los vestuarios, invadidos por un olor a cloro. La taquilla de cada jugador tiene la imagen de su dueño grabada en el cristal. “Benzema [Karim] es el único que aparece de espaldas, por lo feo”, bromea Joe. Su padre se fija en el lujo que rodea a los futbolistas: salas de masajes, jacuzzis, varias salas de ducha... "Les hacen sentir como estrellas", reflexiona.

Una vez en el campo, el padre queda decepcionado: lo esperaba más largo. Su hijo sonríe al acomodarse en el banquillo en el que tantas veces ha visto a Carlo Ancelotti, el entrenador del Real Madrid. El padre, sin embargo, ha quedado impresionado por la tecnología. Al comparar el Bernabéu con el Calderón, asegura que el estadio madridista está mucho más enfocado al turismo. “Hacerte una foto y poder incorporarla a un mosaico que forma la cara de Cristiano Ronaldo te hace ver que lo tienen todo pensado”, afirma.

Al salir del templo madridista, no saben qué hacer. Cuando se les sugiere que vayan al museo Reina Sofía a ver el Guernica de Pablo Picasso, preguntan: “Perdón, ¿eso qué es?”.

Tour virtual promocional del Camp Nou. / FC Barcelona

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