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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Escandalosa profanación

Un espacio madrileño, que fue planteado y llevado a cabo con singular atención y cariño en los primeros años noventa del pasado siglo, ha pasado a convertirse en un ejemplo de anarquismo irrespetuoso en muchas de sus características esenciales.

La dedicación de toda su superficie al hombre de a pie acompañado de su geométrico ajardinamiento es invadido continuamente por distintas furgonetas, autobuses, taxis y automóviles licenciados no se sabe por quién. Responsable, el Ayuntamiento.

El frente del Palacio Real se ocupa mes a mes por chiringuitos que reparten baratijas, ropa, bebidas, servidas por las correspondientes furgonetas y por los automóviles proveedores parasitarios de aquellos. Responsable, el Ayuntamiento.

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Los pavimentos —a los que prestó particular atención el proyecto ordenador, que distribuía, armónicamente, los distintos usos— tienen destruidas muchas de sus piezas capitales —granitos, mármoles, pizarras— que en cada una de sus grietas acogen papeles y colillas. Responsable, el Ayuntamiento.

Las rejillas que protegen a los alcorques de arbolado están colmadas de desperdicios degradados. Las que acompañan en la plaza de Isabel II la fachada posterior del teatro de la Ópera, recién repuestas, han vuelto a levantarse destruidas por el paso de los inmensos autobuses turísticos que se han arrogado un derecho insoportable e incontrolado.

La carencia de un equipo con una clara “cartilla de obligaciones y atenciones” ha hecho de un gran espacio urbano un caos insultante a la ciudadanía madrileña

La aparición, sin orden ni concierto, de un nuevo circuito (no hay carril-bici) ciclista puede llevar a que sean atropellados quienes quieren pasear viendo, en silencio, tan bello entorno.

Resumen: procede la reflexión municipal sobre el control, conservación y administración del más noble de los espacios públicos madrileños.

El equipo admirable que contribuyó, desde sus áreas municipales, a la materialización de un proyecto capital para el corazón de la ciudad ha sido distanciado y sustituido por quienes, evidentemente, no cumplen.

Urge su reorganización.— Miguel de Oriol e Ybarra. Madrid.

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